11 feb 2014

ABRIR PUERTAS

Abrir las puertas

Este será un espacio para pensar el mundo actual y la sociedad en la que vivimos desde el cruce que supone la comunicación y la cultura. Un verdadero desafío pero que quizá sea un forma de empezar a abrir algunas puertas. Preguntar, suponer, reflexionar, polemizar, afirmar o negar serán premisas de este encuentro. Es que la vida se ha complejizado de tal manera que  las explicaciones requieren de ese mismo grado de complejidad.  Los albores del siglo XXI nos colocan como seres capaces todavía de torcer un destino que, visto en perspectiva histórica, parecería llevarnos a nuestra propia autodestrucción. Allí el desafío. Allí la oportunidad de empezar a abrir puertas de acceso a lugares antes nunca visitados o que aunque ya se conocen, es necesario volver a revisar.
Las sociedades existen porque alguna vez algún ser humano se miró con otro, se reconoció,  y en ese gesto casi imperceptible, apareció el vínculo y ya no hubo vuelta atrás. Las culturas surgieron desde ese instante y nos atraviesan y nos hacen ser lo que somos y no otros. Nos atraviesan individual y colectivamente y en la medida que podamos pensar y hacer desde este lugar, las puertas podrán abrirse más y más.
Entonces la idea es hablar sobre lo que nos preocupa hoy y preguntarnos. Nuevas tecnologías, las  industrias de la cultura y el ocio, el arte en todas sus posibles y humanas manifestaciones, las nuevas maneras de comunicarnos, lo global y lo local, lo nuestro y lo ajeno, la participación ciudadana en los nuevos escenarios políticos. Tantísimas temáticas surgen y mas puertas seguro se podrán abrir. 
Los formatos de presentación de este espacio debo decir que también serán disímiles: a veces será una exposición de ideas, a veces un poema, una canción, un cuento breve, un diálogo imaginario. A veces en primera persona y otras desde un nosotros. O desde una forma impersonal. No sé. Algunas veces hablaré desde mi lugar como teórico de la Comunicación, otras lo haré como periodista Y seguro que también como el artista que soy. Será entonces un ejercicio de libertad que pedirá al lector que habrá también una puerta de complicidad en este sentido. 
Entonces están todos invitados a compartir este ejercicio de expresión, con la alegría y el convencimiento de que  posible un mundo mejor. Es posible que nuestros corazones y nuestras cabezas puedan darse la mano alguna vez. 
                                                 

 Licenciado en Comunicación Social Jorge Gaiteri. 


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