4 abr 2012

LITERATURA


Entrevista a María Teresa Andruetto

“La literatura es como una casa grande muy generosa, tiene lugar para muchos”

Entrevista con la escritora radicada en Unquillo reciente ganadora del premio Hans Christian Andersen, galardón máximo a nivel mundial con que se reconoce a los escritores de cuentos. La autora habla del reconocimiento, los encasillamientos literarios y las rupturas.
Felicitaciones. ¿Qué sentiste cuándo te enteraste que eras la ganadora del Andersen?
Gracias. Mucho impacto, sorpresa, alegría. Más allá que uno piense y sepa que está dentro de los cinco finalistas, lo mismo genera un impacto fuerte. Además, después hubo una avalancha, por un lado de pedidos de entrevistas y demás, mucha repercusión mediática. Por otro lado, cariño de mucha gente, mensajes, correos.
¿Cómo es la selección de aquellos que llegan a la etapa final?
Mira, el premio lo entrega una organización que se llama IBBY (Internacional Board on Books for Young People). Es la organización internacional que nuclea las delegaciones nacionales que se ocupan del libro infantil. La delegación Argentina de ésta institución se llama Alija (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina) que surgió después de la Dictadura. Pasada la Dictadura aparecieron varios centros de literatura infantil en la Argentina. Alija, que nació en Buenos Aires, se convirtió en delegación nacional de IBBY. Éste centro es el único que tiene derecho a postular candidato. Va solamente un postulante por literatura y uno por ilustración por país.
¿Cómo se elige al representante de cada país?
Esa institución elige a un autor, que generalmente ya tiene una trayectoria importante en el país. Es un gran honor ser el candidato de Argentina. Yo no lo había sido nunca. Lo viví con mucha alegría. Como te decía, el premio se entrega cada dos años. La institución organiza un dosier con ciertos requisitos que la institución madre exige. Por ejemplo se tiene que presentar una reseña de todos los libros que uno ha publicado, las características de cada uno de ellos, los premios con los que se cuenta, trabajos teóricos, conferencias. Todo, en ingles y castellano, se manda a cada uno de los jurados, que son 10 más uno o dos por la institución madre. Ese jurado lee los libros durante el año, el año pasado, y en marzo de éste año, previo a la Feria del Libro de Bologna, se reúne el jurado durante quinde días en un hotel del Basilea y van descartando autores. Luego se comunica una lista con los finalistas, cinco por texto y cinco por ilustración. En Bologna, en la apertura de la Feria Internacional del Libro Infantil, que es la más grande a nivel infantil, se da la comunicación de quién es el ganador.
Se lo llama un mini Nobel
Bueno, la literatura infantil siempre necesita ese correlato con la literatura para mayores entonces si haya está el Nobel, acá el pequeño Nobel. Es el premio Andersen. O sea, el premio se llama Hans Christian Andersen que es considerado el padre de la literatura infantil. Es el premio de mayor reconocimiento y prestigio mundial en el tema de libros infantiles.
Has recibido también reconocimientos a nivel latinoamericano
Sí, yo recibí en diciembre de 2009, en la Feria del Libro de Guadalajara, el premio Iberoamérico a la Trayectoria en Literatura Infantil. Ahí concursan autores latinoamericanos y españoles y tiene otras características. A ese premio se puede presentar cualquier institución o editorial o, incluso, se puede presentar el autor mismo. En el Andersen, no. Acá ye presenta solamente esa asociación, la Delegación Nacional de IBI.
¿Con éste premio se rompe un poco lo idea de que los grandes reconocimientos son para la autores del sexo masculino?
La literatura infantil, si bien hay varios varones que han ganado el premio, es un mundo donde hay mucha presencia de la mujer, de escritoras mujeres. Quizá por los niños, la maternidad. Así que no lo veo tanto como un triunfo de las mujeres sobre los varones. Más lo veo que una presencia de lo latinoamericano o de la lengua española en el contexto de las literaturas infantiles de otros países porque es un premio que nunca había ganado un latinoamericano de habla castellana, si lo ganaron en dos ocasiones brasileños. Me parece que hay algo que tiene que ver con los países periféricos que no es habitual hayan ganado el Andersen.
Digo, se tiende a encasillar a la mujer como escritora de poemas, cuentos o novelas románticas. En Narradoras Argentinas, tu blog, creo que tratas de romper un poco esto y recuperar voces de escritoras argentinas
Eso, mucho. Y es una cosa que me interesa particularmente, el rescate de voces de mujeres que escriben sobre cuestiones muy diversas, algunas sobre política, o relatos fuertemente innovadores, trasgresores. Pero, en la misma línea de tu pensamiento, diría que las sociedades están acostumbradas a que si las mujeres escriben, tal vez lo hagan sobre amor o de niños. Entonces la literatura infantil entra en un campo más próximo a las mujeres. Son estigmas, mentiras. Los escritores y las escritoras pueden escribir de cualquier cosa, para cualquier sector. Todo lo demás es encasillamiento. Yo siempre me he corrido del encasillamiento. He tratado de romper con eso. Soy una escritora a secas que tiene diferentes zonas de su escritura,  de su creatividad, que escribe desde una provincia. Todas son rupturas.
Ruptura, además, que se puede trasladar a tus cuentos, que son más realistas
También. Y a veces algunos tienen cosas que están ligadas a lo terrible, al horror. He escrito desligada, liberada de eso, de si a los chicos les va a venir bien o mal, si los va a asustar o no, si les va a gustar o no. He escrito las historias porque he ido disfrutando el  proceso de construcción de cada una. Después, algunas de ellas funcionaron  para jóvenes, para niños, y en otros casos han ido a parar a otro lugar, otras están en mi computadora. 
Cuando decimos literatura infanto- juvenil, ¿publico de qué edad abarca?
Es muy interesante tu pregunta. Se considera que hasta los dieciocho años… Pero mucha gente, vos, yo, a las 12 o 13 años ya estaba leyendo literatura adulta. Depende. Es muy relativo. La especificidad aumenta mientras más pequeño es el lector. A medida que el lector se hace más grande los límites se van borrando. Además soy de la idea de que en cuanto antes pase un lector a la literatura toda mejor. Lo que se hace en realidad es ayudar a alguien a convertirse en lector. Mientras antes eso suceda, mejor. La literatura es muy amplia y hay muchas líneas de escritura, muchos modos de abordarla. La literatura es como una casa grande muy generosa, tiene lugar para muchos. Los libros son libros en sí. Uno se vincula con ellos. Hay libros bellos, más o menos buenos y libros pobres. Todo eso coexiste, porque está la industria del libro y sus manifestaciones que facilitan la venta. No digo que esté mal. Y hay una necesidad de rápido encasillamiento orientadora que es más una necesidad editorial. Igual, un buen lector navega por los libros sin importarle mucho esto.
Participaste en el Festival de Poesía de Córdoba hace unos días
Sí. Estuvo fantástico. Hubo mucha gente. Muy interesante el festival. Creo que hacía falta en Córdoba. Hay ciertos espacios de lectura pero no había un Festival de Literatura hecho con mucha fuerza, mucho entusiasmo. Y recibido con mucho entusiasmo por la gente.  
¿Notas que la provincia está creciendo en cuento oferta cultural?
Muchísimo. Hay una explosión cultural. Córdoba tiene en éste momento una potencia de creatividad muy grande. También lo veo en otros lugares del país pero en nuestra provincia hay una fuerte presencia editorial. En los últimos años nos hemos permitido nosotros organizar cosas y no estar esperando que nos llamen. Tiene que ver también con la crisis del 2001. Antes de eso se importaban muchos libros ilustrados. Con la devaluación se convirtieron en libros muy caros. Entonces, hubo una cierta explosión de editoriales pequeñas que empezaron a editar libros con ilustraciones.
Lo editorial, ¿se acompañó con un trabajo intelectual, cultural, artístico?
Claro. Creo que esa crisis también ayudó a replantear una serie de cosas y me parece que nos hizo, bueno, esto, el dejar de esperar y generar las propias cosas. Muchísimos lugares tienen tu plan de actividades culturales con ofertas espectaculares. Hay, se ven fuertes movimientos culturales.
  
                                                                                                                               Gabriel Loyber

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