12 ene 2015

Entre el imaginario y lo real

Editorial

Cuando comienza un nuevo año, brindamos porque sea, al menos, mejor que el anterior. A veces sin razones y otras muchas con sobrados motivos para expresar el deseo de que todo cambie “para bien”.
Es tedioso, en este marco, recordar que el año que pasó en Argentina, la violencia de género, sin hablar de otras miles formas de violencia, fue declarada PANDEMIA (enfermedad que afecta a toda la población) y Córdoba la segunda provincia con mayor nivel de violencia de género del país.
Desde este medio venimos tratando el tema desde hace más de veintidós años, y la pregunta recurrente es: ¿Qué pasa a la sociedad, varones y mujeres, que continúa tolerando, y en muchos casos practicando esta forma relacionarse, sin contar los casos y  las formas de muertes de mujeres y niñas y niños?
Hemos observado siempre que las políticas de Estado son fundamentales para impulsar cambios necesarios y urgentes. Políticas de estado que sean transversales, que crucen todas las áreas de gobierno. La educación contra la violencia es fundamental, una persona que desde temprana edad vive y ve la violencia, la naturaliza, crece en ámbito donde no encuentra autoridad, ternura y códigos de convivencia. Obviamente el resultado es violencia.
El ministro de Desarrollo Social de la provincia de Córdoba, Daniel Passerini, admitió que la violencia de género es un fenómeno que va en aumento. "La violencia de género es un fenómeno que crece. En Córdoba, hemos logrado bajar la tasa de femicidio de 27 que hubo en 2013 a 17 a 2014", expresó. "Seguimos con la entrega del botón antipánico que ha demostrado ser una herramienta de defensa muy importante", indicó al respecto.

Cada 30 horas una mujer muere en la Argentina en episodios vinculados con violencia de género lo que ya es definido por expertos como una "pandemia".
 

Tres casos recientes remiten al problema: Paola Acosta fue asesinada y tirada en una alcantarilla de Córdoba con su beba; Silvia Batista fue atacada a ladrillazos en la cabeza, abandonada en una zanja de La Plata y falleció tras una penosa agonía.; Aylín Ramos murió tras resultar atropellada y luego aplastada con un auto, en una calle de la localidad rionegrina de Allen.

Liliana Hendel, coordinadora de la red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina (RIPVGA), manifestó en ese marco que "se habla de pandemia a raíz de todo lo que ocurre cuando se analiza a las violencias
 que padecen las mujeres, y observamos que en los últimos años las mujeres lograron mayor conciencia, protestan por sus derechos, ocupan nuevos espacios en la sociedad, y de ese modo el paradigma machista, patriarcal, se resiente, se resquebraja".

Esto no es nuevo, ya que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo utilizó al presentar un informe donde destacó "la necesidad de que todos los sectores se comprometan a eliminar la tolerancia de la violencia contra
 las mujeres y en dar apoyo a las víctimas que la experimentan".

En el estudio global sobre Violencia contra la Mujer, se da a conocer la cifra de un 35% de mujeres victimizadas, lo que significa que "se trata de un hallazgo que
  envía un mensaje poderoso: que la violencia de género es un problema de salud mundial de proporciones semejantes a una pandemia". 

"Estas formas de violencia, además de los homicidios, pueden dar lugar a problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y otros problemas de salud, y aumentar la vulnerabilidad al VIH", se expresa en el trabajo.
 
Es por ello que tenemos, la comunidad en su conjunto, tomar con mayor seriedad el asunto, no permitir ninguna forma de violencia contra la mujer y comprender que entre lo imaginario y lo real existe, en muchos casos, una brecha que trasciende aquel amor romántico que se tiene como ideal.


  

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