“La prioridad de mi
gestión es Jesús María”
El intendente Gabriel Frizza, presidente del Concejo Deliberante en el
gobierno anterior, heredó el gobierno municipal y hoy a seis meses de gestión
frente al DEM habla de las dificultades económicas y políticas, de los
empleados y de la gestión de gobierno.
Si bien vengo de
conocer las ocho años de gestión de Gatica como concejal, hoy los objetivos son
otros desde todo punto de vista. Primero, no tengo esa proyección que él tiene
y sigue teniendo. Nosotros estamos enfocados muy en Jesús María, donde el 50%
del plantel del gabinete es totalmente nuevo y eso requiere de una cierta
gimnasia que no tenemos. Por eso digo que estoy desde el año 2003 con Gatica y
conozco como arrancamos, ahora estamos haciendo un diagnóstico. Necesitamos
hacer pié en las cuestiones diarias. Había que hacerse cargo de muchas cosas
que venían por inercia. El último tiempo de Gatica fue muy complicado, con
paros de trabajadores como nunca lo habíamos tenido. Explotaron de golpe muchas
cosas que él las venía manteniendo mientras estuvo.
Durante
del gobierno Colombo también hubo paro.
Claro. Ese fue el
último paro grande, cuando entró Colombo en el año 1999. De ahí en más nunca
había habido esta virulencia entre el Ejecutivo y los empleados. Yo asumí en un
clima tenso donde parte de razón tenían los empleados.
¿Por
qué?
Porque acá hace doce
años que les mienten a los empleados. Colombo le pide a un grupo de cuarenta
empleados que no le hagan un juicio a la municipalidad porque iba a hacer las cosas
bien y los iba a dejar en planta permanente. Pasa el tiempo y no pasa nada.
Asume Gatica diciendo que iba a regularizar. No regulariza. Después dice que no
los va a regularizar y sostiene eso. Pasaron doce años donde la gente estaba
esperando una respuesta. Yo tengo contratados que están hace veinte años y una
relación de masa de empleados entre planta y contratados que hace imposible
llevar adelante el municipio. Tengo noventa de planta permanente y
cuatrocientos contratados. Estamos empezando a resolver esto con mucho
esfuerzo.
Es
decir que más del 60% del Presupuesto es para empleados y planta política.
Hoy estamos cerca del
sesenta por ciento. Porque Gatica negocia antes de irse un 25% de incremento de
los sueldos y que había que pagarlos en enero. No es que estoy hablando mal de
la administración pero sí estoy contando una realidad que a mí me toca asumir
en un contexto económico difícil. Está complicado, hay que ajustar los números,
ver qué se hace, dónde se puede poner, dónde no. Esa en la realidad nuestra
hoy. Lo que pasa a Salsipuedes, Río Ceballos, nos pasa a nosotros. Estamos
pagando sueldos con lo justo. Yo tengo garantizado el aguinaldo, pero el
setenta por ciento de los municipios están juntando de a monedas para pagarlo.
Los municipios
recaudamos hasta octubre. Noviembre, diciembre y el mismo octubre no recaudamos
nada. Entonces, el tema es cómo hacer esos tres meses. Eso nos obliga empezar a
achicar. Estamos debatiéndonos, como todos los municipios y la provincia misma,
en cómo hacerlo.
Cuentan
con subsidiados.
No tenemos esa
categoría en Jesús María. Todos son empleados en blanco pero no hay becarios,
ni pasantes.
Jesús
María, es el municipio más rico de todos los del Departamento Colón
Eso es un concepto. La
gente acá paga. Uno puede confiar en el porcentaje de recaudación que se
mantiene desde hace varios años. Pero hoy, en el contexto que estamos, no
alcanza. Nos viene comiendo la inflación.
¿Y
la Coparticipación?
Hay en torno a esto un
discurso que yo lo entiendo al gobernador cuando dice que no le debe a nadie.
En parte tiene razón. No nos bajó el índice de coparticipación. Lo que pasa es
que no rinde como rendía antes. Por otro lado, hay una plata que nosotros
suponemos que él no liquida que son los planes de pago, moratorias. Si hay otro
fondo que va destinado a salud donde cada municipio, de acuerdo a la prestación
que presta, tiene un porcentaje y no lo coparticipan. De ahí nos vienen sacando
todos los días, desde hace un año, un numerito. De todas maneras mi relación
con la provincia es buena. No tenemos un trato preferencial pero me han
atendido bien, he logrado algunas cosas.
¿Cómo
se hace para conseguir nuevos fondos?
Un tema, ahora la provincia aprueba una ley que tiene
que ver con las administraciones municipales en donde pone un límite a las
posibilidades de nuevos impuesto si no son aprobados por el gobierno de la
provincia. También nos empiezan a tratar de encuadrar. Hay que adherir o no a
la ley pero nos empiezan a poner límites. Creo que esto es parte de una asfixia
para que nosotros también dependamos como ellos dependen del gobierno nacional.
Tampoco es que estemos parados. Estamos en marcha pero más lento que lo que uno
pretende o esperaba en este primer año.
¿Cómo
va la obra pública?
Hay varias cosas de obras
que han quedado pendientes como una cisterna de agua del año 2009. El informe
técnico dice que hay que voltearla y hacerla de nuevo sale un millón de pesos,
de los cuales el sesenta por ciento lo pago la Nación. Tenemos una obra en la
plaza central que quedó inconcluso y que estamos retomando. Tengo un movimiento
de suelo por 240 mil pesos. Más allá de eso, yo creo que Jesús María avanzó
mucho y bien como parte de una gestión exitosa. Para mi Gatica ha sido el mejor
intendente de los últimos 30 años. Pero hoy tengo una deuda con la periferia de
la ciudad. Se adornó mucho el centro pero en la periferia hay plazas que están
deficientes. No hay espacios de uso común para la familia. Ahí necesitamos
invertir. Si se invirtió, y creo que eso distinguió a las anteriores gestiones,
en servicio básicos: cloacas, agua, gas. Eso es fundamental. Nos faltó en los
espacios de uso de la gente que la tarea nuestra hoy.
¿Y
para adelante?
Y bueno, no tenemos
conflictos grandes, todo es manejable. Vuelvo a repetir, estoy nombrando
detalles de una gestión de ocho años. Estamos iniciando un plan de viviendas
que nos va a demandar mucho esfuerzo, estamos pavimentando un barrio, estamos
haciendo algo de cordón cuneta, con iluminación en dos barrios de la ciudad. Hay
mucho movimiento de acá a fin de año.
Todavía no he logrado un acercamiento con la
Nación. Alguna promesas de obras pero nada concreto hoy. Uno espera empezar a
abrir puertas. Jesús María fue el emblema de la 125 y eso tuvo un costo. Uno
decide de qué lado estar y en ese momento decidimos estar del lado de la gente,
en contra del gobierno nacional y eso tuvo un costo. Villa María creció diez
veces más que resto de los municipios que éramos afines al gobierno.
¿Cuál
es la impronta que le dá a su gestión?
El mirar para adentro.
El hecho de los empleados, las condiciones de trabajo. Es algo que hace mucho
no se daba. Lo que no se arregla hacia adentro se nota para afuera. Tener
empleados contenidos, contentos, eso significa un mejor servicio para la gente.
Lo otro, es que debemos pagar una deuda con cierto sector de la periferia que
requieren obras y que veníamos demorando por otras necesidades tan importantes
como los servicios básicos.
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