La
otra lealtad
La historia nos
recuerda la pueblada del 17 de octubre de 1945.
Fue cuando nuestros
viejos salieron a la calle a reclamar por la libertad de su líder, Juan Domingo
Perón.
Detenido y preso en
la Isla Martín García por un grupo minoritario de militares reaccionarios que
eran apoyados por la oligarquía de aquella época. Aunque no es de esa pueblada,
que nos llena de orgullo, ni de esa lealtad de la que queremos hablar.
Es de la otra
lealtad, la nacida el 16 de junio de 1955 luego de los bombardeos a la Plaza de
Mayo por los aviones de la Marina de guerra, por los cualesquerian asesinar al
presidente de los argentinos, que causaron la más horrible masacre que
conociera nuestro pueblo.
Esa lealtad que se
manifestara en un principio entre los
jóvenes peronistas, socorriendo a los miles de heridos y ayudando a retirar de
la plaza a los 372 muertos causados por el odio y la barbarie.
Esa lealtad de los
jóvenes argentinos que a partir del 16 de setiembre de 1955, fecha del golpe gorila-militar,
comienzan a organizarse en todos los rincones del país para combatir a los
usurpadores del poder y a sus socios civiles que alentaban la represión.
Represores que no conformes con avanzar sobre las mejoras que conquistaran los
trabajadores, castigaban con cárcel, torturas y muerte a los valientes
resistentes que oponían a sus atropellos.
Y decimos torturas y
muertes, no como una metáfora tremendista, sino como una cruel realidad que nos
golpeaba en la cara. Prueba de esa crueldad fueron los fusilamientos del 9 de
junio de 1956, cuando 37 compañeros de la resistencia fueron masacrados, a los
que luego de ser detenidos, y sin juicio previo ni trámite alguno, fueron
ejecutados por el ejército y la policía. Unos en un basural de la localidad de
José León Suarez, otros como el General Valle en la ya demolida cárcel de la
calle Las Heras de la ciudad de Buenos Aires.
Esta lealtad es la
que queremos honrar este 17 de octubre de 2013. La lealtad de la “resistencia
peronista”. De esta resistencia conformada por miles de mujeres y hombres que
en todo el suelo de la Patria entregaban su vida y su libertad, por el
sostenimiento de una idea.
La lealtad de los
compañeros como Felipe Vallese, primer desaparecido de la Argentina.
La lealtad de
los miles de detenidos como la
aplicación del Decreto 4161/55 que
prohibía decir que Perón o peronismo. La lealtad de los cientos de presos por
la aplicación del Plan Conintes. Y que, condenados por tribunales militares,
sufrieron torturas y cárcel por el sólo delito de luchas por un ideal.
Para todos los
resistentes. Para los que lucharon en las ciudades y en los campos durante 17
años por el retorno del General Perón a la Patria.
Para los que en un
principio con tiza y con carbón como única arma dejaron escrituras en los muros
de todas las ciudades del país, como testimonio de sus anhelos y sus luchas.
Para los que lucharon
con la palabra, y que con su intelecto aportaban ideas para seguir resistiendo
a las dictaduras de turno y a los venales gobiernos civiles que nos arrebataban
el derecho de votar, de elegir y de ser elegidos.
Y también para todos
aquellos que creyeron que en la boca del fusil estaba la solución y la
posibilidad del ansiado retorno del General Perón a la Patria.
Vaya este
reconocimiento a todos por su entrega y su lealtad.
Octubre del año 2013.
Resistencia
Peronista de la Provincia de Córdoba
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