Entrevista
a Sergio Spicogna
Cómo estamos con los
incendios y el agua
En extenso diálogo con Ñu
Porá, el intendente de Río Ceballos se refirió principalmente a las cuestiones
ambientales que afectan a la localidad y a parte del corredor: los incendios
forestales y la falta de agua potable. El paso del fuego y el comienzo de
cortes programados del servicio corriente de agua. Por otro lado, las
perspectivas políticas de su gestión de acá al 2015.
¿Cómo se ha tratado el tema de los incendios en la
localidad?
Te puedo contar cómo
hemos trabajado con bomberos y defensa civil, que funcionan muy bien aquí. Primero,
nos pusimos a disposición de demás intendentes que me habían llamado pidiendo
colaboración de todo tipo. Tuve una reunión con personal de bombero y defensa
civil, y en lo que más hice hincapié, más allá de la ayuda a otros municipios,
era en no descuidar lo local, trabajar mucho con vigía. Y ésto nos permitió apagar un montón de
focos. Sé que hubo focos pero estuvieron tan alertas, no sólo por el llamado de
la gente, sino porque ellos, en un sistema de vigía que hicieron, tuvieron muy
rápidos. Una vez que se desata el fuego, no lo paras más. Acá tenemos un
interface, en la zona de Un Porá y otras zonas, que si se llegan a desatar,
sería mucho peor que lo que pasó en Salsipuedes.
Río Ceballos fue de los municipios menos afectados
Totalmente. Hemos
tenido suerte. Hubo suerte. Pero debo reconocer que bomberos y defensa civil
hicieron un gran trabajo de vigía. Estuvieron 24 horas en los lugares centrales
frenado los focos. Se te desata un incendio a las 3 de la mañana, hasta que te
avisaron, y todo lo demás, olvídate.
Los incendios pueden repetirse. ¿Cómo van a trabajar en
adelante?
Hay un trabajo de
vigía propio de ellos. Tienen gente y móvil destinado a eso, sobre todo en
sector de Reserva. Lo que sucede a partir del verano, si bien es cierto que
levantan las temperaturas, la vegetación está más verde y es menos probable que
se prenda. Además, aumenta la humedad. Uno de los días de incendio, hubo 17 por
ciento de humedad: eso es como un papel en una salamandra, a lo que se le sumó
el viento. Ahora empezamos con otro problema que es el de la lluvia, lo el cual
tanto bomberos y defensa civil colaboran. Este año tuvimos que contratar dos
personas que se dediquen a cortar ramas de altura de árboles que, con el
viento, pueden causar daños.
Lo realmente preocupante es la pérdida de vegetación
autóctona
La realidad, lo dicen
los que saben, es que hay especies que en cinco años las tenés, y otras, casi
todas las autóctonas, llevan entre 40 y 60 años en recuperarse. Es muy compleja
la situación.
Interviene la mano del hombre, las condiciones
climáticas, ¿qué nivel de responsabilidad le cabe a las autoridades
provinciales, municipales en ésto?
Siempre hay una
responsabilidad política. Pero que se entienda bien: uno ha aprendido que los
incendios no se prenden por un vidrio que le dá el reflejo del sol. Está
siempre la mano del hombre, o por inoperancia o a propósito, para mejorar las
condiciones del suelo en el campo, por ejemplo. La responsabilidad del Estado
está en proveer los medios para combatir esas situaciones, a veces extremas, a
los que deben hacerlo. Y en ésto, los bomberos mejor equipados del país están
en Córdoba. Para ello, existe plata que nos cuesta a todos los ciudadanos de la
provincia, porque eso sale de un Plan de Manejo del Fuego que se recauda de un
monto en la factura de la luz. Y hubo una decisión política para hacerlo. Eso
te permite que una provincia con una complejidad máxima con respecto al
fuego, tenga una política contra los
incendios. Los bomberos tienen los equipos. La responsabilidad nuestra es que
esa plata se utilice bien, que los bomberos la utilicen bien.
Muchos cuarteles se quejaron por la falta de pago del
Plan del Fuego
En el caso puntual de
Río Ceballos, yo hablé con los bomberos y se aclaró bien. Los bomberos están
teniendo dos problemas, que es un tema que hay que revisarlo. En primer lugar,
la mayoría del presupuesto del Plan del Fuego se paga en personal, y el Plan no
nació para eso. Lo dice bien claro su institución: equipamiento para bomberos
voluntarios. Hoy, eso se ha ido revirtiendo y cada vez viven más suelditos del
Plan del Fuego, entonces hay cada vez menos inversión en equipamiento. Por eso
la Provincia en algún momento, en vez de dar la plata directamente, optó por
comprarles los vehículos. Esa es una problemática que creo que hay que ponerse
firmes. El otro tema es la rendición. Había muchas malas rendiciones, y no
hablo de los bomberos de acá, a nivel general. Eso generó que a partir del
ingreso de la nueva gente que maneja ésto, concretamente, el coronel Devoto, se
dispusieran una serie de medidas respecto a las rendiciones. Son recursos
públicos que deben rendirse correctamente. Eso, estaba desmadrado. Ordenar todo
cuesta trabajo. Y hay un montón de cuarteles que no han rendido, caso Rio IV,
donde han armado una empresa. Cuando empezaron a ponerse firme con la rendición
y presentación de facturas, muchos cuarteles quedaron al descubierto. Acá pasó
eso. Le habían rechazado rendición por una factura mal conformada, y así el
envío de recursos se retrasa.
Se empieza a complicar, aún más, el tema agua en la
región
La experiencia me ha
enseñado que institucionalmente tenemos que buscar la forma de hacer sinergia
juntas, más allá de las diferencias. La municipalidad, la cooperativa, el
centro comercial, los bomberos, son todas importantes instituciones para el
pueblo. Lo que tenemos hacer, con responsabilidad de ciudadanos, es mejorarlas.
Partiendo de este concepto, empezamos a trabajar juntos entre todos, por eso la
firma de concesión con la cooperativa de agua, que nos ha permitido encarar un
par de obras importantes subvencionadas por la Provincia que las estamos
haciendo en conjunto. Tenemos 153 familias que le estamos mal llevando agua, se
la llevamos con camiones. Si dios quiere, vamos a empezar a recibir agua desde
Unquillo, que viene de La Calera. Estamos haciendo un trasvasamiento desde
Unquillo a Río Ceballos. Y en la coyuntura, hemos tomado un par de medidas que
son consensuadas, desde el cierre del
acueducto, el trasvasamiento, la toma de conciencia con los cortes martes y
jueves.
¿Se sigue llevando con camiones agua desde La Quebrada a
Salsipuedes?
Sí. La
responsabilidad del servicio hídrico sigue siendo de la Provincia, nosotros
somos distribuidores a través de la concesión del servicio. A parte, como
vecinos, no podemos decirle que no a Salsipuedes, que no vengan a buscar agua.
Lo que sí también decimos es que Salsipuedes algún día va a tener que encarar
ésto en serio, porque, así mismo hoy podamos hacer una obra de trasvasamiento
de cuenca, Salsipuedes no tienen capacidad de transporte de agua. Qué significa
ésto. Que tienen la misma red que tenemos nosotros en Villa los Altos, que es
obsoleta y no sirve más. Ahora, vamos a empezar a cambiarla en esa zona. Por
más que hoy a Salsipuedes le metas un caño gigante que le lleve agua, no la
puede transportar, porque no tiene red.
¿Al dique La Quebrada lo dan por desaparecido?
No. De la crisis
hídrica, hay dos problemas. Uno es el climático. Épocas de sequía, de poco
nivel de agua. De todas maneras, creo que no es el más importante. El más
importante es lo que ha crecido la zona. Hay una demanda para un dique que
tenía agua para tres localidades, y hoy no alcanza para Río Ceballos solo. Es
un dique que tiene una capacidad y colapsó. El problema, entonces, es cómo
crecen estos pueblos. Si no tenés un nivel de planificación, que lo estamos
haciendo, de uso de suelo y edificación….
Lo están haciendo, al igual que Unquillo, pero llega
tarde
Yo soy parte de la
historia de Río Ceballos, no le puedo echar toda la culpa a otros intendentes
que han pasado. Me acuerdo que en el 2000, cuando hicimos el primer Plan
Estratégico, apuntaba a eso, a la planificación. En esta gestión aprendí que a
eso había que llevarlo a cabo, por lo cual necesitar un equipo de profesionales
que se pongan a trabajar. Probablemente llegue tarde, que no sea lo tan
temprano que uno quisiera. Pero en algún momento había que hacerlo.
A nivel político, ¿cómo encara estos dos últimos años de
gestión?
No tengo más que decidido,
en estos años, que gestionar. Hemos tenido un año anterior muy complejo por muchas
circunstancias, sobre todo financieras. Recién este año estamos sacando la
cabeza afuera. He aprendido que la gente nos valoró por lo que hicimos en la
anterior gestión en turismo, pero nos reclamaba obras que al otro gobierno le aprobó.
Entonces, busqué un mix, entre la obra pública y el turismo. Me siento bien y
contento porque hemos podido equilibrar ciertas cuestiones, cumplir con
compromisos. Ahora, licitar obras en distintos puntos, empezar con la reforma
del área central que está licitada y adjudicada, comenzar con la pavimentación
de calles a través de un plan provincial.
¿Cómo están las cuentas municipales?
En el aspecto
económico, el municipio nunca estuvo muy mal. No tenemos atraso de sueldos o
una deuda flotante importante. Tenemos una deuda más que manejable. No tenemos
situación extrema.
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