21° Aniversario Ñu Porá
El tintero tiene
tinta y magia para rato
El 15 de octubre de
1992 salía a la calle el primer número de Ñu Porá, periódico que nació en Río
Ceballos y rápidamente se extendió a gran parte del Departamento Colón. A 21
años de este fundacional hecho, la ideóloga del proyecto y propietaria del
medio, que aún lo continúa siendo, Adriana Spila cuenta cómo y porqué se dio el
surgimiento del nuevo medio y los motivos que lo han posicionado como una
referencia a nivel regional. Hace
referencia a su condición de mujer al frente de un emprendimiento de tal
envergadura, y lo que ello conlleva. Además, la relación con el poder, los
lectores, las amenazas que ha sufrido y lo que queda por hacer.
¿Qué necesidades observaste hace más de veinte años, por
las cuales consideraste que hacía falta un nuevo medio de comunicación?
Cuando vine a vivir a
Río Ceballos, pensé que, de alguna manera, en el lugar donde uno vive, uno debe
ser parte, debe participar y aportar cosas. Entonces, por mi profesión, mi
trabajo, observamos con un socio que lo había en términos de medio gráfico era
muy poco, que ninguna tenía carácter regional. Había habido un diario
importante, que sí tenía carácter regional pero ya no era publicado. Había
muchas carencias y había cosas para ocuparse, para decir, para investigar, para
comunicar. Bueno, en este contexto nace el periódico Ñu Porá en Río Ceballos en
el año ’91, y se plasma el 15 de octubre de 1992 con el primer número que tenía
cuatro páginas, blanco y negro, con información solamente local. Previamente
definimos qué tipo de periódico queríamos hacer, cuáles eran las necesidades,
las carencias comunicacionales, los temas a tratar…
Temas que se definieron en su momento y que hoy se siguen
tratando
Sí, los grandes temas
a tratar, son los mismos que hoy seguimos abordando: el tema del ambiente, lo
social, lo político y lo económico. Y en esos tratamientos locales, está la
diferencia entre un medio nacional o provincial y uno regional. Porque los
vecinos no se ven reflejados, ni sus problemáticas, en los grandes medios. Ese
es el valor extra que tienen los medios de comunicación regionales, con los
cuales se convive con el vecino, con el intendente, con el concejal, con las instituciones.
¿Cuándo es que se extienden más allá de Río Ceballos?
Al quinto número.
Empezamos con Salsipuedes, Unquillo, y en menos de un año, para 1993, el
periódico ya se extiende. Ese fue el segundo logro. El primero fue arrancar,
empezar, que la población lo tomara como parte de su historia, y que pudiera
participar. El vecino, el lector, siempre participó y ésto sigue siendo una de
las improntas que tiene Ñu Porá. Nos llamaban y nos decían: “no llegó el
periódico. Ha pasado el repartidor y lo dejó en la casa del frente y en la mía
no”. La gente siempre estaba, y está, atenta a su llegada y a participar a
través de la Carta del Lector.
Otra de las cosas es la línea editorial del periódico
Desde su surgimiento,
Ñu Porá tiene una impronta y una línea editorial bien marcada, que mucho tiene
que ver con el tema de las mujeres y género plasmado en el primer número. Porque
trabajo a ese tema, soy una activista dentro del movimiento feminista. En los
pueblos y ciudades chicas, siempre hay un estigma, sobre todo cuando uno no es
del lugar donde empieza a trabajar. La sociedad necesita rotular. Rótulos ha habido a lo largo de los años,
aunque en los últimos tiempo ya no, porque hemos podido imponer una línea
editorial, un producto del cual se apropió cada una de las poblaciones. Hoy hay
muchos más medios gráficos que pueden hablar de las mismas cosas pero no con la
misma visión. En ese sentido, nosotros hemos mantenido una coherencia entre lo
que decimos y hacemos, que ha costado mucho mantener. Hemos superado etapas
económicas dificilísimas. La primera etapa dura fue en el año ’95 con el
tequilazo, que la provincia, que era radical al igual que Río Ceballos, se
funde. Ese año, todos los municipios que
aportaban al periódico dejaron de hacerlo, lo que repercutió e hizo que podamos
editar tan sólo seis, y no doce, números. La otra gran crisis fue en el 2001,
sin embargo, pudimos hacer todas las ediciones mensuales.
Críticas, me imagino, también han tenido
Las críticas, por lo
menos las que se han especificado, han sido del poder político. El lector te
puede decir –“por qué no tratan tal o cual tema”, “por qué no incorporan
deportes”. Y no. Primero, porque el periódico es chico, entendemos que el
espacio que hay es para las problemáticas que van surgiendo…
Las críticas vienen, entonces, principalmente del sector
político
Sí. Nos hemos podido
mantener siempre a pulmón y con coherencia. No nos hemos casado políticamente
con ningún partido, siempre hemos sido críticos con todos los dirigentes o
poderes cuando tuvimos que hacerlo. Nunca hemos priorizado el tener o no
afinidad con algún partido político para criticarlo o no. Se hace crítica
cuando así amerita, sea el partido que sea, y se reconocen y felicitan
acciones, políticas, aciertos, porque se trata de eso, que las políticas de
estado lleguen a las necesidades de la gente. Y este creo que ha sido un
triunfo que posibilita que hoy el periódico tenga la misma vigencia, tenga la
cantidad de lectores que tiene, y cómo el vecino se ocupa de leer, comparar,
escuchar y corroborar que, en definitiva, nosotros nos podemos equivocar pero
nunca esas equivocaciones han sido exprofesas o en detrimento de otros.
No han quedado fueran las amenazas
Hablando de eso, nos
han dejado insultos grabados en el teléfono en estos últimos días. A lo largo
de estos años, tres veces hemos tenido amenazas fuertes, con determinados
temas, sobre todo aquellos que son conflictivos para cualquier municipio. Y el
primer tema duro fue cuando se cayó la avioneta con droga en Ascochinga, donde
empezamos un seguimiento y una investigación seria. Por eso, tuvimos varias
amenazas, hasta que pedí a los municipios involucrados que necesitábamos algún
nivel de seguridad, porque para un medio chico, independiente, sin dinero ni
empresarios ni grandes políticos por atrás que apoyen, era muy difícil trabajar
en esas condiciones. Otro caso, una muerte en La Granja que tuvo que ver con
las palomas. Recibimos fuertes amenazas por investigar lo que había pasado. Tuvimos
presiones, y retiro de auspicio, por parte de los radicales, concretamente el
doctor Lemos, en Río Ceballos. Con otras problemáticas también hemos pasado por
situaciones similares. Últimamente, con las cartas que nos llegan en función de
una entrevista que le hicimos en Unquillo a un exiliado durante la dictadura.
Está claro que hay sector político ligado con la derecha, con grupos que no les
gusta como pensamos, que se sienten ofendidos, afectados. Los derechos humanos
también forman parte de nuestra agenda. No respondemos a esas intimidaciones,
porque, encima, son anónimas pero es bueno decir que pasan situaciones como
ésta.
¿Qué significa para una mujer, con todo la carga social
negativa que implica, fundar, manejar y sostener un medio de prensa?
Creo que esa ha sido
la parte más difícil y que muchas de las cosas que han pasado en el periódico,
como las amenazas, han sido siempre pensando en que soy mujer y en que “total,
la podemos doblegar”. Hasta ahora, no me doblegó nadie y pudimos sostenernos 21
años. No son muchas las mujeres que están al frente de un medio de
comunicación. Creo que es un logro pero no he sido yo sola. Siempre he tenido
un equipo que me acompaña, que ha puesto muchísimo en el periódico. Las
personas que han pasado y están, se han apropiado del periódico, del espacio.
Eso lo posibilita la buena relación humana que se ha establecido. Nunca nos dio
plata y, quizá, tiene que ver con esta línea, con esta forma de ser. Son
elecciones que tienen que ver con la ideología, con cómo uno entiende la
política y cómo uno entiende la profesión. Porque hoy esta profesión está muy
vapuleada. Además, el periódico ha sido una escuela de comunicación para cada
uno de los que ha pasado, han hecho un gran aprendizaje. Siempre existe un
aporte mutuo. Eso hace que sea un periódico dinámico y que mantenga esa magia,
porque de alguna manera eso es. Sostenerlo, que la gente te lea, y vos sabés
que te leen.
¿Pensaste en abandonar alguna vez?
Varias veces. Sobre
todo porque he sentido, durante muchos años, que hay que pagar derecho de piso.
Un municipio que te dice que vayas tal día a cobrar, y después de dicen que no,
que vuelvas mañana. Al volver, no tienen con qué pagar así que te pasan para el
mes siguiente. Es hasta una falta de respeto. A quienes ejercer el poder
político y económico no les interesa. En general, hay esa actitud. Pero también
me he dado cuenta que a compañeros que son varones no les demoran tanto tiempo
para pagarles como me hacen a mí en muchos municipios. Siempre quedas relegado.
Paso igual con el gobierno de la Provincia. Lo económico siempre ha sido muy
duro. Como si uno viviera del aire, o tuviese mucho dinero, o no tuviera que
pagarle al periodista, al diagramador, al imprentero. Es todo un engranaje.
En ese engranaje, entra la voluntad de apoyar de los
comerciantes
En ese sentido, nunca
hemos sido un periódico comercial. Nosotros salimos muy pocas veces a vender publicidad. La gente que necesita publicitar,
invertir, en el periódico, nos llama. Sí salimos a vender en octubre para el
aniversario de Ñu Porá porque hacemos una promoción. Hay auspiciantes
históricos, que desde el primer número han estado presentes y siguen apoyando.
Creo que sin el apoyo de ellos y de los municipios que tienen un espacio, sin
el apoyo del equipo, ésto no hubiese sido posible.
¿Qué falta?
Es una asignatura
pendiente acortar la periodicidad de salida, elevar el tiraje, fuimos los
primeros en tener página web y la dejamos caer. Hay deudas pendientes que no me
hacen sentir bien porque, después de 21 años, tendríamos que haber logrado más.
Estamos logrando la mayoría de edad pero todavía nos falta un gran camino por
recorrer.
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