19 ene 2011

Jesús María

Jesús María se vistió de anfitriona
La ciudad fue testigo de una de las ediciones más exitosas del Festival de Doma y Folklore. Más de 150 mil personas participaron del espectáculo dentro del anfiteatro José Hernández, y se estima que una cifra similar recorrió las calles y disfrutó de las propuestas gastronómicas y culturales fuera del predio durante las diez noches festivaleras. Para garantizar la higiene urbana, la seguridad en la vía pública y ofrecer una buena atención al turista la Municipalidad este año intensificó el operativo con más y mejores servicios.

Algunos números
  • Participaron del operativo 353 personas de diferentes áreas municipales.
  • La Guardia Urbana Municipal organizó y coordinó el tránsito de más de 10 mil vehículos por día desde las 18 hasta las 6 horas del día siguiente. En ese mismo horario se estima que circularon entre 30 y 40 mil peatones.
  • Bromatología realizó 400 inspecciones por noche a comercios eventuales instalados para el festival. Los decomisos disminuyeron un 30% en relación al año pasado.
  • Se emplearon 17 mil bolsas para barrido en el operativo de limpieza fuera del predio del festival.
  • El Personal que tenía a su cargo la limpieza y ordenamiento dentro del predio del festival realizó 3 tapadas al campo de la doma.
  • Se realizaron 60 presentaciones artísticas en el teatrino Tutú Campos. Alrededor de 6000 vecinos y visitantes disfrutaron de las mismas.
  • Un promedio de 300 consultas por noche recibió la oficina de atención turística ubicada sobre la calle Cleto Peña que compartieron Jesús María y Colonia Caroya.

Limpieza 24 horas

La Secretaría de Servicios e Higiene Urbana fue la responsable de garantizar la limpieza en la vía pública. Para ello se dispusieron 180 agentes que trabajaron en tres turnos rotativos cubriendo las 24 horas de servicio.

Diariamente se recolectaron en las inmediaciones del anfiteatro alrededor de 35 toneladas de residuos, cifra que supera la del año anterior y que nos habla de la generación de 300 grs. de residuos por persona.

Este año el municipio por primera vez se hizo cargo del la limpieza dentro del predio llevando a cabo un excelente trabajo que fue reconocido por la Comisión del Festival.


Seguridad alimentaria

El departamento de bromatología se ocupó del controlar todos los puestos de elaboración y/o venta de alimentos, la habilitación y las condiciones higiénicas de los transportes de mercadería, y la conservación y procedencia de los productos a expender.
Un total de 20 agentes trabajaron organizados en ocho grupos divididos por zonas para los controles internos y externos.
Diariamente se controlaron 121 comercios, realizándose entre tres y cuatro inspecciones diarias, lo que hace un total de 400 inspecciones por día.
Se inspeccionaron 540 transportes de sustancias alimenticias, sin decomisos. Sólo el 10% debió actualizar la documentación requerida como libretas sanitarias y certificados de vehículos.
Se trabajó con un total de 830 manipuladores de alimentos donde se controlaron Buenas Prácticas de Manufactura en las etapas de elaboración, venta, post venta y procedencia de la materia prima. De los análisis microbiológicos realizados sobre alimentos elaborados, elegidos al azar, un 75% resultó negativo. Sobre el porcentaje restante se reforzaron las acciones preventivas, intensificando BPM y POES.
Este año se decomisaron 803 Kg. de mercadería, un 30% menos que la edición anterior. Esta disminución está relacionada con la tarea preventiva y educativa que se realizó a través de los cursos de manipuladores. Este año se dictaron once capacitaciones en las que participaron 753 personas.

Organización y control del tránsito
La Guardia  Urbana  Municipal tuvo a su cargo el diseño  y control de lo relacionado a  ingreso y circulación a sectores aledaños al anfiteatro. Para ello se diagramó un esquema con dos niveles de corte y derivación que se implementaban según la hora del día y el flujo de circulación vehicular. 
El esquema mayor preveía la instalación de ocho puntos fijos de direccionamiento, cortes y derivación del transito vehicular con el objetivo de garantizar la circulación peatonal en las inmediaciones del anfiteatro. Este esquema también permitió ampliar la frontera de diseño original cuando los niveles de  flujo vehicular saturaban las vías de circulación. El segundo nivel se ponía en práctica a partir de las tres de la madrugada para garantizar la salida  de peatones hasta los puntos de transporte público (terminal, parada de remis y taxis), o retiro de vehículos particulares en playas públicas y privadas.
Asimismo, la GUM tuvo a su cargo  la tarea de supervisión complementaria de las personas autorizadas a cobrar estacionamiento en la vía pública, para verificar que los mismos se realizaran  sin causar inconvenientes a los vecinos. Otra de sus tareas fue  el control de tránsito durante el día, en un esquema netamente preventivo, verificando situaciones sin labrado de actas, y conversando con el visitante para explicar la situación y corregirla.

Atención turística
La oficina de turismo ubicada sobre la calle Cleto Peña en las inmediaciones del anfiteatro José Hernández receptó un promedio de 300 consultas por noche. En las tres oficinas de informes se recibieron consultas de  todas las provincias argentinas. El lugar número uno de procedencia de los turistas registrados es Buenos Aires. En el segundo puesto se ubica Córdoba, en tercer lugar Santa Fé y el cuarto porcentaje corresponde a visitantes extranjeros.

Propuestas culturales
El paseo de artesanos a la vera del río Guanusacate contó este año con 54 puestos de los cuales 22 correspondieron a la Feria Federal de Artesanías con participación de 8 provincias argentinas.
Por su parte, el teatrino Tutú Campos ofreció espectáculos durante las diez jornadas del festival con un promedio de 6 espectáculos cada tarde. Todos los días abría y cerraba la programación un espectáculo para chicos. Más de 400 personas por día disfrutaron de las tres horas y media de programación ininterrumpida.

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