8 ene 2011

Panorama Político

UN INTENSO AÑO ELECTORAL
En octubre del presente año se celebrarán las elecciones presidenciales en nuestro país, con la incertidumbre si habrá o no primarias en agosto en los partidos políticos, ya que el artículo que legisla este mecanismo de selección de los candidatos a presidente no está reglamentado.
El hecho de que se reglamentase y las primarias de todos los partidos se hiciesen en agosto crearía a todos los espacios, salvo el oficialismo, problemas de tiempo para instalar a sus candidatos en la consideración de la gente. Es por eso que el radicalismo ha exigido al gobierno que defina las fechas para que los distintos postulantes comiencen a trabajar y dar a conocer sus propuestas en todo el país.
Dos de los principales precandidatos por el radicalismo serán Ricardo Alfonsín y Ernesto Sanz –actual presidente del partido- que se han puesto de acuerdo para hacer una pre-interna o pre- primarias en mayo o junio. En tanto que el tercer anotado, el actual vicepresidente Julio Cobos, no está de acuerdo. No está claro por qué, quizá porque quiere ser el candidato y no dirimirla en una interna o de lo contrario se aferra a respetar los plazos que fija la ley electoral.
Pero si las primarias se hicieran en agosto, el plazo hasta las elecciones presidenciales sería de apenas dos meses ¿Y a quién beneficia?: a la actual presidenta que ganó mucho en imagen luego de la muerte de su marido, Néstor Kirchner, y al actual vicepresidente, Julio Cobos, que se instaló en la consideración de la sociedad luego de su voto no positivo en relación a la 125 que establecía las retenciones móviles para el sector agropecuario.
Estos candidatos –si se presentan- son conocidos, bien o mal, por la sociedad de todas las jurisdicciones, pero Alfonsín, Sanz, Pino Solanas o cualquier otro necesitan mucho más tiempo para instalarse y plantear su plataforma electoral en todos los distritos del país, caracterizado por un vasto territorio y que no es fácil recorrerlo.
El problema tiempo juega con los candidatos menos conocidos y conviene a los más mediáticos como Cristina Fernández, que dispone de todo el monopolio estatal de las comunicaciones para hacer cualquier tipo de anuncio y Julio Cobos que está enfrentado con el gobierno, pese a ser el Presidente nato del Senado, y que está en los medios para ser vitupereado o ninguneado por todos los hombres de Cristina, pero que pese a ello no se decide enfrentarse con sus pares radicales. Al menos esta es una primera apreciación sobre su decisión política de no participar en las pre-primarias.
El otro problema que generan las elecciones de octubre es ¿Qué harán los gobernadores? No olvidemos que los caciques provinciales pueden traccionar votos en las presidenciales, al igual que los intendentes.
La mayoría de los gobernadores ha decidido unir la batalla por las gobernaciones a la Presidencial y aportar su caudal electoral a Cristina, salvo el caso de la ciudad de Buenos Aires u otras provincias que tienen problemas específicos para despegar las fechas.
En el caso de Córdoba el problema es más confuso. Podríamos decir que la relación entre la Presidenta y la administración de Schiaretti es ambivalente. Cortan la cinta de inauguración de la autopista Córdoba-Rosario, pero se pelean –de manera indirecta- por el dinero que el Banco Central no le manda al Banco Provincia de Córdoba- ahora bautizado Bancor- y por los aportes a la Caja de Jubilaciones.
Por eso la posición del Gobernador Schiaretti: aún no tiene definido si pegará la elección a gobernador con la presidencial o irá por cuerda separada. No olvidemos que Schiaretti no se puede presentar a la reelección.
La Provincia de Córdoba no le ha sonreído ni al fallecido ex Presidente, ni a la actual Presidente. Si van pegadas las dos elecciones, puede tener un mayor caudal de votos para Cristina que le aportaría Unión por Córdoba, pero también le podría restar chances a José Manuel de la Sota en muchos electores que lo votarían, pero no así a la mandataria. Por eso la duda de Juan Schiaretti tiene sus fundamentos. Pegar o no las fechas electorales de ambas jurisdicciones es el problema. Un verdadero dilema hamletiano.

LOS CANDIDATOS A GOBERNADORES
Solo Luís Juez es candidato puesto por el Frente Cívico. Es el único que en cada declaración no deja de plantear su ambición de romper con el bipartidismo que ha caracterizado a Córdoba.
El peronismo –es decir Unión por Córdoba- y el radicalismo todavía no han definido a los hombres que también quieren pelear la gobernación, aunque son números puestos: José Manuel de la Sota y Oscar Aguad. El ex gobernador peronista estudia la evolución de la gestión de Schiaretti y analiza las encuestas que le presentan casi a diario. En casi todas ellas Luís Juez encabeza las intenciones de voto, pero no se debe desdeñar el poderoso aparato que tiene el peronismo que va a luchar para retener la Casa de Gobierno –ya no hablamos de la Casa de las Tejas que está pasando a mejor vida bajo la piqueta de la empresa Brasca-, que seguro se asentará en el futuro Centro Cívico en las vecindades de la Terminal de ómnibus.
Mientras tanto entre los radicales cunde la preocupación, porque el hombre mejor posicionado dentro del partido es Oscar Aguad, pero hasta el momento, a diferencia de Luís Juez o del propio De la Sota, no se ha preocupado lo suficiente por caminar la  Provincia. Precisamente son los intendentes radicales, como el jefe comunal de Mina Clavero –Alberto Jiménez-, quienes  lo están presionando para que intensifique su recorrida por las distintas poblaciones de la Provincia.
En las encuestas que se están barajando, el ex ministro de Gobierno de Ramón Mestre marcha tercero, pero a escasa diferencia de José Manuel de la Sota. Pareciera ser que Aguad se maneja mejor en el gran espacio mediático de Capital Federal y tal como diría un militante radical –utilizando la jerga futbolística- pareciera que no transpira la camiseta radical en Córdoba.
No obstante Juez y Aguad le están exigiendo al Gobernador –que sigue deshojando la margarita de pegar o no las elecciones provinciales a las nacionales-  que fije una fecha para lanzarse de lleno a la campaña electoral.
Como vemos este 2011, hasta octubre, será intenso en cuanto a chicanas políticas, agresiones verbales y publicación de archivos sobre los antecedentes de cada uno de los postulantes a la máxima investidura.
Digamos que la campaña –esperemos que no sea así- no se caracterizará por propuestas sino por declamaciones sobre lo que se pudo hacer y no se hizo.

¿QUÉ PASA EN RÍO CEBALLOS?
En las fiestas el intendente Gaspar Lemos pudo descorchar champagne con toda tranquilidad. Tenía un horizonte despejado: la revocatoria, que finalmente se cayó.
Pese a la movilización del Partido Obrero, el espacio político Vecinalista Federal y alguno que otro independiente, el intento de revocatoria que habían iniciado se desinfló, políticamente hablando. Si bien se juntaron numerosas firmas, las experiencias negativas en algunas otras poblaciones desalentaron a los organizadores.
En tanto la mesa chica de los radicales opina que Gaspar Lemos debería repetir, o al menos intentar, conquistar un nuevo mandato. Sin problemas judiciales en el horizonte, con una gestión administrativa relativamente prolija y una obra pública interesante.
No obstante, al igual que Sergio Spicogna –que posiblemente será el candidato de Unión por Córdoba a la intendencia-, Lemos es un hombre que busca centralizar el poder, no lo distribuye.
Los radicales siempre criticaron al peronismo por su excesivo personalismo y sin embargo Gaspar Lemos comete el mismo error que su partido dice combatir. Se cierra en su núcleo más íntimo, Alfieri, Franceschi y quizá Godino, para tomar sus decisiones más importantes.
Para ejemplo basta un botón de muestra. ÑU-PORÁ le requirió a la directora de Cultura sobre el futuro de la orquesta municipal y el desplazamiento de la biblioteca Aragón King de su actual emplazamiento, que se lo brindada la municipalidad. Dijo la Directora de Cultura –vía secretaria- que ese era un tema que correspondía definir al Intendente. Como se ve, la autonomía de las direcciones municipales no existe, además cuando pedimos un breve análisis sobre las partidas destinadas a Cultura subrayó que ese tema correspondía al secretario de Finanzas Italo Franceschi. Cabe preguntarse ¿Existe la Dirección de Cultura?
Posiblemente Gaspar Lemos sea el candidato de los radicales, además seguramente la elección a intendente se desdoblará de la provincial y llamará simultáneamente a elecciones constituyentes para reformar la Carta Orgánica municipal que él se dio durante su primera gestión.
La partida respectiva ya figura en el presupuesto.
Esperemos que entre las reformas se tenga en cuenta cómo se deben  financiar los partidos políticos.  

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