7 oct 2013

ENTREVISTA: SERGIO SPICOGNA

Entrevista a Sergio Spicogna
Cómo estamos con los incendios y el agua
En extenso diálogo con Ñu Porá, el intendente de Río Ceballos se refirió principalmente a las cuestiones ambientales que afectan a la localidad y a parte del corredor: los incendios forestales y la falta de agua potable. El paso del fuego y el comienzo de cortes programados del servicio corriente de agua. Por otro lado, las perspectivas políticas de su gestión de acá al 2015.
¿Cómo se ha tratado el tema de los incendios en la localidad?
Te puedo contar cómo hemos trabajado con bomberos y defensa civil, que funcionan muy bien aquí. Primero, nos pusimos a disposición de demás intendentes que me habían llamado pidiendo colaboración de todo tipo. Tuve una reunión con personal de bombero y defensa civil, y en lo que más hice hincapié, más allá de la ayuda a otros municipios, era en no descuidar lo local, trabajar mucho con vigía.  Y ésto nos permitió apagar un montón de focos. Sé que hubo focos pero estuvieron tan alertas, no sólo por el llamado de la gente, sino porque ellos, en un sistema de vigía que hicieron, tuvieron muy rápidos. Una vez que se desata el fuego, no lo paras más. Acá tenemos un interface, en la zona de Un Porá y otras zonas, que si se llegan a desatar, sería mucho peor que lo que pasó en Salsipuedes.
Río Ceballos fue de los municipios menos afectados
Totalmente. Hemos tenido suerte. Hubo suerte. Pero debo reconocer que bomberos y defensa civil hicieron un gran trabajo de vigía. Estuvieron 24 horas en los lugares centrales frenado los focos. Se te desata un incendio a las 3 de la mañana, hasta que te avisaron, y todo lo demás, olvídate.
Los incendios pueden repetirse. ¿Cómo van a trabajar en adelante?
Hay un trabajo de vigía propio de ellos. Tienen gente y móvil destinado a eso, sobre todo en sector de Reserva. Lo que sucede a partir del verano, si bien es cierto que levantan las temperaturas, la vegetación está más verde y es menos probable que se prenda. Además, aumenta la humedad. Uno de los días de incendio, hubo 17 por ciento de humedad: eso es como un papel en una salamandra, a lo que se le sumó el viento. Ahora empezamos con otro problema que es el de la lluvia, lo el cual tanto bomberos y defensa civil colaboran. Este año tuvimos que contratar dos personas que se dediquen a cortar ramas de altura de árboles que, con el viento, pueden causar daños.
Lo realmente preocupante es la pérdida de vegetación autóctona
La realidad, lo dicen los que saben, es que hay especies que en cinco años las tenés, y otras, casi todas las autóctonas, llevan entre 40 y 60 años en recuperarse. Es muy compleja la situación.
Interviene la mano del hombre, las condiciones climáticas, ¿qué nivel de responsabilidad le cabe a las autoridades provinciales, municipales en ésto?
Siempre hay una responsabilidad política. Pero que se entienda bien: uno ha aprendido que los incendios no se prenden por un vidrio que le dá el reflejo del sol. Está siempre la mano del hombre, o por inoperancia o a propósito, para mejorar las condiciones del suelo en el campo, por ejemplo. La responsabilidad del Estado está en proveer los medios para combatir esas situaciones, a veces extremas, a los que deben hacerlo. Y en ésto, los bomberos mejor equipados del país están en Córdoba. Para ello, existe plata que nos cuesta a todos los ciudadanos de la provincia, porque eso sale de un Plan de Manejo del Fuego que se recauda de un monto en la factura de la luz. Y hubo una decisión política para hacerlo. Eso te permite que una provincia con una complejidad máxima con respecto al fuego,   tenga una política contra los incendios. Los bomberos tienen los equipos. La responsabilidad nuestra es que esa plata se utilice bien, que los bomberos la utilicen bien.
Muchos cuarteles se quejaron por la falta de pago del Plan del Fuego
En el caso puntual de Río Ceballos, yo hablé con los bomberos y se aclaró bien. Los bomberos están teniendo dos problemas, que es un tema que hay que revisarlo. En primer lugar, la mayoría del presupuesto del Plan del Fuego se paga en personal, y el Plan no nació para eso. Lo dice bien claro su institución: equipamiento para bomberos voluntarios. Hoy, eso se ha ido revirtiendo y cada vez viven más suelditos del Plan del Fuego, entonces hay cada vez menos inversión en equipamiento. Por eso la Provincia en algún momento, en vez de dar la plata directamente, optó por comprarles los vehículos. Esa es una problemática que creo que hay que ponerse firmes. El otro tema es la rendición. Había muchas malas rendiciones, y no hablo de los bomberos de acá, a nivel general. Eso generó que a partir del ingreso de la nueva gente que maneja ésto, concretamente, el coronel Devoto, se dispusieran una serie de medidas respecto a las rendiciones. Son recursos públicos que deben rendirse correctamente. Eso, estaba desmadrado. Ordenar todo cuesta trabajo. Y hay un montón de cuarteles que no han rendido, caso Rio IV, donde han armado una empresa. Cuando empezaron a ponerse firme con la rendición y presentación de facturas, muchos cuarteles quedaron al descubierto. Acá pasó eso. Le habían rechazado rendición por una factura mal conformada, y así el envío de recursos se retrasa.
Se empieza a complicar, aún más, el tema agua en la región
La experiencia me ha enseñado que institucionalmente tenemos que buscar la forma de hacer sinergia juntas, más allá de las diferencias. La municipalidad, la cooperativa, el centro comercial, los bomberos, son todas importantes instituciones para el pueblo. Lo que tenemos hacer, con responsabilidad de ciudadanos, es mejorarlas. Partiendo de este concepto, empezamos a trabajar juntos entre todos, por eso la firma de concesión con la cooperativa de agua, que nos ha permitido encarar un par de obras importantes subvencionadas por la Provincia que las estamos haciendo en conjunto. Tenemos 153 familias que le estamos mal llevando agua, se la llevamos con camiones. Si dios quiere, vamos a empezar a recibir agua desde Unquillo, que viene de La Calera. Estamos haciendo un trasvasamiento desde Unquillo a Río Ceballos. Y en la coyuntura, hemos tomado un par de medidas que son  consensuadas, desde el cierre del acueducto, el trasvasamiento, la toma de conciencia con los cortes martes y jueves.
¿Se sigue llevando con camiones agua desde La Quebrada a Salsipuedes?
Sí. La responsabilidad del servicio hídrico sigue siendo de la Provincia, nosotros somos distribuidores a través de la concesión del servicio. A parte, como vecinos, no podemos decirle que no a Salsipuedes, que no vengan a buscar agua. Lo que sí también decimos es que Salsipuedes algún día va a tener que encarar ésto en serio, porque, así mismo hoy podamos hacer una obra de trasvasamiento de cuenca, Salsipuedes no tienen capacidad de transporte de agua. Qué significa ésto. Que tienen la misma red que tenemos nosotros en Villa los Altos, que es obsoleta y no sirve más. Ahora, vamos a empezar a cambiarla en esa zona. Por más que hoy a Salsipuedes le metas un caño gigante que le lleve agua, no la puede transportar, porque no tiene red.
¿Al dique La Quebrada lo dan por desaparecido?
No. De la crisis hídrica, hay dos problemas. Uno es el climático. Épocas de sequía, de poco nivel de agua. De todas maneras, creo que no es el más importante. El más importante es lo que ha crecido la zona. Hay una demanda para un dique que tenía agua para tres localidades, y hoy no alcanza para Río Ceballos solo. Es un dique que tiene una capacidad y colapsó. El problema, entonces, es cómo crecen estos pueblos. Si no tenés un nivel de planificación, que lo estamos haciendo, de uso de suelo y edificación….
Lo están haciendo, al igual que Unquillo, pero llega tarde
Yo soy parte de la historia de Río Ceballos, no le puedo echar toda la culpa a otros intendentes que han pasado. Me acuerdo que en el 2000, cuando hicimos el primer Plan Estratégico, apuntaba a eso, a la planificación. En esta gestión aprendí que a eso había que llevarlo a cabo, por lo cual necesitar un equipo de profesionales que se pongan a trabajar. Probablemente llegue tarde, que no sea lo tan temprano que uno quisiera. Pero en algún momento había que hacerlo.  
A nivel político, ¿cómo encara estos dos últimos años de gestión?
No tengo más que decidido, en estos años, que gestionar. Hemos tenido un año anterior muy complejo por muchas circunstancias, sobre todo financieras. Recién este año estamos sacando la cabeza afuera. He aprendido que la gente nos valoró por lo que hicimos en la anterior gestión en turismo, pero nos reclamaba obras que al otro gobierno le aprobó. Entonces, busqué un mix, entre la obra pública y el turismo. Me siento bien y contento porque hemos podido equilibrar ciertas cuestiones, cumplir con compromisos. Ahora, licitar obras en distintos puntos, empezar con la reforma del área central que está licitada y adjudicada, comenzar con la pavimentación de calles a través de un plan provincial.
¿Cómo están las cuentas municipales?

En el aspecto económico, el municipio nunca estuvo muy mal. No tenemos atraso de sueldos o una deuda flotante importante. Tenemos una deuda más que manejable. No tenemos situación extrema. 

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