De Marianos y Manolos
Consultamos al destacado
periodista Manolo Delafuente con respecto al Día del Periodista. Mirada
singular de un hombre de la calle
¿Por
qué conmemoramos el Día del Periodista?
La razones históricas, en
este caso, no creo que sean tan importantes. Sí habría un correlato para hacer entre
Mariano Moreno como periodista y como político. Porque, ahora, parece ser que
hay una prensa que es independiente, aséptica, inodora e incolora, y otra que
es militante, patotera y subsidiada. Y resulta
que el periodismo jamás ha sido independiente. En ese punto, uno sí se puede
remitir a la historia. Pero después, en todo el desarrollo de este país, fíjate
vos que hasta los títulos son notables. Estaba el diario La Prensa, que después
confiscó el gobierno peronista. ¡La Prensa! Como diciendo “nosotros somos la
prensa, los demás no existen”. Eso quiere decir el título La Prensa. O La
Nación. “Nosotros somos la Nación; ustedes aténganse a lo que seamos nosotros”.
El 27 de mayo, a dos días del Cordobazo, y dos días después del 25 de Mayo,
mirá en qué fecha, La Nación escribe un editorial que se llama “1933” en la
cual compara la República de Weimar y su
degeneración, su decantación, en el nazismo de Hitler, cuando fue Hitler quien
invadió la República, y no como lo puso La Nación.
Editorial donde ser compara al nazismo con el kirchnerismo
Así es.
Varias
cosas. ¿Por qué se sigue insistiendo con la objetividad periodística?
Por más que haya estudiado, leído, escrito, pensado,
sentido, mirado y transitado, creo que el mejor ejemplo es el siguiente: si en
esa esquina hay un choque y cinco testigos, ¿cuántos choques hay?
Cinco
Cinco. Entonces, dónde está
la objetividad. En ningún lado. No existe. Ahora, de ahí a hacer un parcialismo
total, también hay un campo. Por ejemplo, para mí la última innovación periodística
fue aparición fulgurante fue Página 12, a pesar de su aparente fundador Jorge
Lanata. Las modas reflejan el sentir de una época. Se podía titular en La
Nación “Conferencia de prensa en Unquillo hubo”. Un título espantoso. Y Página
12 titulaba de una forma absurda, ridícula o abstracta. Los títulos los hacía
el “Gordo” Soriano. Cambió la forma de ver el periodismo que se hacía y,
además, ingresaron un montón de tipos que venían de la literatura o de la
poesía: (Juan) Gelman, (Osvaldo) Soriano, (Osvaldo) Bayer. El mundo del
periodismo se enriqueció. Antes, eso estaba confinado a la página literaria,
que a su vez, como era suplemento, estaba destinado a un sector de la población
elitista o bien pensante.
También,
con el desarrollo del capitalismo a ultranza, se meten las corporaciones en los
medios de comunicación
Por supuesto. Eso como una
faz superior de la concentración periodística. Nicolás Casullo, escritor
argentino, capazo total, alguna vez escribió que acá, la oposición son los
medios de comunicación y no los partidos políticos. Y esto se ve tan clarito.
Por eso a veces parece que la situación es tan tirante porque, de hecho, lo es.
Lo es porque se están cayendo un montón de caretas y descorriendo muchos velos.
Mirá, los cambios, aunque sean a favor de uno, siempre son incómodos. Siempre
pongo un ejemplo muy pavo: vos vivís en un ranchito así nomas y te ganas el
prode y te mudas a un lugar mejor. Esa noche, recién mudado, tenés una
pesadilla y haces así para prender una luz y
no prende. Sabes por qué. Porque la luz está para otro lado. Es mejor la
que tenés ahora pero todavía no sabes cómo se usa, cómo prende.
Desde
Mariano Moreno, ¿ha cambiado mucho el periodismo?
Ha cambiado muchísimo. Una
cosa que creo que no hay que tener son prejuicios. Hasta el Groucho Marx decía “quién
dijo que la televisión es mala si cada vez que se prende el receptor, yo me voy
a la pieza del lado a leer un libro”. Me refiero a la irrupción de la
televisión como rival de la radio y de la gráfica. Hay cosas que han ocurrido
hace tanto tiempo que parecen nuevas ahora. Gallup fue el que hizo primero una
encuesta presidencial en Estados Unidos. Los diarios titularon “Ganó Dewey” y
no fue así. Perdió el candidato que Gallup había dicho que ganaba. Tuvieron que
tirar toda la edición a la basura porque le erraron a la primera encuesta. Y
ahora todo el mundo se basa en las encuestas. Esto va en relación a cómo el
despeje de incógnitas, al proveerte un panorama más alto, también te
desconcierta. Si vos miras chiquitito acá es probable que el mundo no te
preocupe mucho. Pero si miras mundo más arriba es posible que los problemas
sean mayores. También es mayor la distancia de campo y la visión que tenés
sobre los asuntos.
En
cuanto a la formación de los periodistas hoy, la capacidad de análisis, ¿cómo
lo ves?
Nunca sé. Cuando uno es
viejo tiene el riesgo de pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que yo sí
veo es que, como formación para ser columnista, editorialista, tipo de opinión,
les falta a los chicos jóvenes. Pero es natural porque la amputación de la
dictadura lesionó el cuerpo social argentino de una forma extraordinaria.
Malignamente extraordinaria. Es como si se hubiese sacado una feta de un
continuo que tarda en armonizar, y todavía nos falta un montón para restañar
esas heridas. Y no me refiero sólo a los juicios. El pensamiento es evolutivo;
no es que de repente nace un genio en la mesa del lado. No. Tiene que ver con
los planes de estudio, con las universidades, con los desarrollos sociales, con
la alimentación, con una cantidad de cosas. Y eso, inevitablemente, se refleja
en el periodismo.
En
el rol de periodista, en el periodismo en sí, ¿cuánto crees que incide, bien o
mal, la Ley de Medios?
Estoy totalmente a favor de
la Ley. La perversa sospecha que algunos quisieron hacer infundir en la
mayorías, que a veces son demasiado permeables a eso, de que era un monopolio
contra el otro, que el Estado era un monopolio contra el monopolio Clarín, es
una imbecilidad. Pululan un montón de radios alternativas y comunitarias. Y se
está promoviendo desde Afsca, para las radios que no tengan fines comerciales,
cursos para proveerles de contenido. Porque hay que tener contenido.
Periodismo
independiente contra periodismo militante. Moreno era periodista con un fuerte
compromiso político. ¿Cómo es la cosa?
Al igual que la objetividad,
la independencia periodística tampoco existe. Yo digo lo que a mí se me canta
pero me han roto un montón la cabeza. Independiente, no. Porque el periodista
no es el medio. Hay una editorial atrás. Con el paso del tiempo, te dicen que
escribís parecido a fulano. Y no es que uno copie, es que tiene un millón de
influencias de lo que ha leído, escuchado, visto. Es imposible ser
independiente. Cómo se puede ser independiente de sí mismo. No se puede ser
independiente del aire porque te morís.
Me parece absurdo.
¿Qué
significa para vos el periodismo?
Es muy difícil de responder.
Creo que es una manera particular de ver el mundo, para que la mirada de uno le
sirva también a los demás.
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