El mal olor de la basura
El Concejo
Deliberante de la ciudad de Unquillo aprobó el expediente 0352-E-2013. Con esto, la ciudad se
convertirá, al igual que otras localidades y la ciudad capital, en socia de
Cormecor S.A, sociedad con mayoría estatal dedicada el manejo y gestión
sustentable de los residuos sólidos urbanos del área metropolitana. La Cormecor
llega tras un convenio entre municipios y la Provincia.
La aprobación resultó positiva por el voto del oficialismo más el de los
dos concejales de Unión por Córdoba. Sólo se expresó en contra Graciela Domínguez,
del vecinalismo.
Cormecor tendrá como objetivo principal transferir, tratar y
disponer en forma adecuada los residuos sólidos urbanos en terrenos –el enterramiento
sería en un campo de 270 hectáreas entre las rutas 5 y 36, y la Planta de Transferencia
estaría en la ruta 9 norte, en cercanías de Estación Juárez Celman- propuestos
y estudiados por la Universidad Nacional de Córdoba.
Pero que se haya aprobado la participación de Unquillo es una parte. La
otra es la indignación, malestar y movilización que generó esta resolución en
vecinos, organización y representantes de partidos políticos opositores.
Alegan, entre otras cosas, la falta de información y explicaciones brindada por el Ejecutivo municipal sobre
Cormecor y sus funciones; la negativa del Concejo Deliberante de ampliar los
espacios de discusión y conocimiento de lo que implicará para Unquillo formar
parte del Ente; la presunción de que, con este contrato, se posibilitará la
privatización de servicios como barrido, y el control por parte de Cormecor de,
por ejemplo, la cuencas hídricas; el poco poder de decisión y voz que tendrá la
ciudad dentro de la sociedad anónima.
Tal fue la concurrencia de habitantes a la segunda lectura del expediente
que los concejales debieron sesionar en la explana del edificio municipal,
entre un clima tenso, lleno de gritos e interrupciones y algunos empujones. Los
vecinos, inmediatamente después, formaron una asamblea y decidieron que se
seguirán uniendo y juntando para dar a conocer lo que, para ellos, significa
Cormecor y para intentar que se revea la decisión que aprobara el Concejo.
Así están las cosas en Unquillo. Una mezcla de todo: deficiencias y falta
de información por parte de las autoridades municipales –una de las mayores
falencias del gobierno de Jalil, el amarillismo y oportunismo de cierto sector
de la oposición, y la necesidad y preocupación sentida de un grupo de
unquillenses que reclaman por mayor transparencia y participación.
Dónde irán a parar
Hace pocos días, han comenzado las obras viales en la
zona de El Tropezón de la ciudad de Córdoba. En el sector, se construirá un
nudo vial para facilitar el tránsito y evitar los congestionamientos.
Uno de los inconvenientes
que tiene la empresa a cargo de la obra, y el Gobierno provincial, es que muy
cerca del lugar viven personas desde hace muchísimos años y que, en algún
momento determinado, para continuar con los trabajos, va a ser necesario que
dejen ese sitio. Autoridades del Ministerio de Desarrollo Social de la
Provincia están dialogando con las más de 60 familias que deberán trasladarse.
Lo que aún no se sabe es dónde irán a parar.
A penas se conoció la
noticia, llegó a La Calera la información de que esas familias serían relocalizadas
en esa ciudad, lo que generó malestar en cierto sector. Hay que recordar que,
en su momento, varios asentamientos llamados “villas” fueron desmantelados y
sus integrantes llevados a vivir a la localidad.
Daniel Passerini, ministro de Desarrollo Social, se encargó de
confirmar que las sesenta familias de El Tropezón serán reubicadas dentro del
ejido de la ciudad de Córdoba.
Qué pasa con las escuelas
Dos hechos que involucran la
educación, reclamos edilicios, preocupación de papás y mamás, y la inacción de
autoridades, están dando vuelta por la sociedad de Río Ceballos.
El primero, es el reclamo de
padres de alumnos de jardín de la escuela Mariano Fragueiro por la demora en la
construcción de un aula y sala de dirección. Las obras comenzaron en abril de
2012 y todavía están a medias. Debido a los trabajos, y falta de lugar, dos
salitas debieron ser trasladadas desde el comienzo del año lectivo 2013. Una,
de 5 años, está funcionando en la
Guardería Municipal, donde los niños comparten el lugar con otros de 3 y 4
años. Se suma, además, la falta de materiales.
La otra sala, de 4, funciona
en la sede del Centro Cultural Casa Azul, en un
salón chico de dimensiones para albergar a los 22 pequeños que concurren.
En el jardín del Mariano Fragueiro
siguen asistiendo, entre ladrillos y el trabajo de los albañiles, alumnos de
cuatro salas más.
Mediante carta dirigida al
municipio, las señoritas y directores del colegio hicieron conocer su malestar
por las condiciones en que deben trabajar y los chicos asistir a clases. La
respuesta que recibieron fue que debido a inclemencias climáticas, las obras se
retrasaron y que como deben hacerse cámara séptica y pozo absorbente, hay que
esperar hasta las vacaciones de invierno para no poner en peligro la integridad
del estudiantado. Como los trabajos son costeados por el municipio, alertan de
que todo se hará siempre y cuando haya fondos y “la obra no sufra más cambios o
inconvenientes ajenas al proyecto original”.
Cansados de esperar, padres
y alumnos del establecimiento hicieron una sentada estudiantil en la entrada
del edificio municipal para llamar la atención de las autoridades y exigir que
se culminen las obras.
El hecho que resta tiene
como protagonista a los padres de alumnos del Ipem 144 Mariano Moreno. Los
reclamos son varios. A la institución concurren muchos estudiantes, y el
edificio queda chico. A pesar de haber pedidos ampliaciones y nuevas aulas, se
ha negado hasta ahora esa posibilidad.
La denuncias son por la
supuesta firma de un contrato, sin rúbrica correspondiente del Ministerio de
Educación de la Provincia, para que los estudiantes tengan clases en un hotel
de Río Ceballos; obras de mejoras en aulas a cargo de personas ligadas a la
cooperadora de la escuela; sobrepoblación, y designación de docentes que,
supuestamente, carecen de títulos habilitantes.
Suba del 11 por ciento
A partir del 1° de junio, el
boleto del servicio interurbano de pasajeros de Córdoba aumentó un 11 por
ciento. La suba corresponde al porcentaje restante que se había acordado a
fines del pasado año. En enero, ya había subió en 12 por ciento, y con el actual
retoque, se llega a los 23 establecidos.
Si bien se elevó el boleto
de manera desdoblada para generar menos impacto en los usuarios, y por más que la suba del 23
por ciento iba a ser definitiva para el 2013, desde la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de
Córdoba dejaron entrever la posibilidad de alguna modificación adicional para
fin de años. Justifican el atraso de la tarifa del boleto –en 20 meses el
servicio urbano de la ciudad de Córdoba incremento en un 60 por ciento- y la
inflación.
Ya
lo sabemos: los usuarios a hacer malabares.
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