Las Evas de Luciana

Luciana Bertoloni vive en Unquillo desde 1997. Es pintora, escultora y dibujante. Actualmente está desarrollando gran parte de su obra a partir de la vitrofusión -esculturas en vidrio-. Además, es docente de nivel terciario de la escuela de Arte Figueroa Alcorta, de la que se recibió de profesora.

Hace un tiempo, el colectivo Mujeres reparando historia  de Río Ceballos le encargó un busto de Eva Perón, que hoy se expone en la localidad. “Es busto clásico de Eva”, cuenta Luciana. Este trabajo le sirvió de disparador para lo que vendría: “Hacer la escultura, me sirvió de musa inspiradora para seguir con otra Eva que realicé bajo la técnica vitrofusión y que hoy se exhibe en Museo Eva Perón. Al empezar el trabajo, me enamoré de ella y empecé a investigar. Me parece un personaje muy querido, muy fuerte, con la que generé mucha afinidad”.

La nueva Eva de Luciana, que puede verse en el ex Palacio Ferreyra,  se aleja de lo convencional. En este sentido, aporta: “Quería hacer otra cosa. Mis obras son muñecos. Quise hacer una muñeca de Eva. Entonces, aproveché la instalación del vidrio para contar toda la historia en el vestido. Como un manto sagrado donde están significados textos sobre ella, sobre cómo le decía la gente, sobre las situaciones de su vida. Fue muy lindo y placentero hacerle el vestido”.

Con respecto a las expectativas que tenía  al emprender la labor de la  escultura en vidrio, Bertoloni dice que “gracias a Dios, a Eva, puse todo y salió la obra; les gustó a todos y llega al alcance de la gente que no es artista, generó una empatía general”. 

La autora de la Evas sostiene que quiere seguir haciendo obras que lleguen al público. “Quiero seguir representado cosas que le pasan a las mujeres, las injusticias, la vulnerabilidad. Miles de situaciones las planteo desde una lectura muy bella que es el vidrio, pero atrás de éso, quiero contar una historia que va más allá del vidrio, que te deje pensando y conmueva. Como en la que estoy trabajando actualmente, que es una historia del desalojo de Gladys, una vecina de Unquillo”.