Nadie se pregunta
Nadie lo dice
Parece todo muy
normal
Parece todo muy
sabido
¿En dónde aparece
escrito
Que todo lo que
eres
Se mide por lo que
tienes?
Sociedad actual donde se corre detrás del
dinero que en realidad nunca alcanza ni va a alcanzar: porque en la esencia de
la maquinaria del consumismo está la regla de oro de tener y querer más. Y en
esa insaciable carrera estamos, como adormecidos, siguiendo un impulso que a veces se convierte en inercia. Seguimos
modelos (de conductas, vestimenta, gustos musicales) que en la mayoría de los
casos son impuestos desde los centros de poder económico, y que no se nos
ocurre cuestionar o al menos detenernos a buscar razones. “ La moda no
incomoda” dice el dicho popular, y sin embargo ¿qué es lo que nos asegura lo
que está de moda? Que pronto dejará su lugar a otra moda, a la siguiente trampa
con fuegos de artificio incluídos, que seguro tendrá más “glamour” que la
anterior pero menos que la siguiente.
La domesticación cultural aparece a diario en
la vida cotidiana pero de una manera tan sutil que no deja mucho lugar a la
duda o la reflexión. Allí radica su principal fortaleza. La inconciencia de muchas acciones que parecen tan inocentes
(ver en televisión un programa de chimentos, por ej.) conlleva esta especie de
“olvido” de lo que estamos haciendo y nos aleja de las preguntas sobre los
porqués. Entonces el Dios Mercado hace de las suyas, nos iguala en los gustos y
tendencias , y nos convierte en sus clientes favoritos y al mismo tiempo,
prisioneros de sus ofertas.
Sociedad de consumo que te consume. Que te
ubica en algún lugar de su invisible ciudadela de la felicidad siempre y cuando
tengas el dinero para comprar la porción de felicidad que te toca en el
reparto. O tu correspondiente tarjeta de crédito para financiarla.
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