DISPUTA POR 6 HECTÁREAS EN LA ESTANCITA

TENSA RELACIÓN ENTRE IGLESIA Y EL GRUPO ALEGRÍA

Un terreno de casi 6 hectáreas ubicado en el camino al salto de La Estancita es objeto de una puja judicial entre el Arzobispado de Córdoba - el Grupo Alegría de la Parroquia de Río Ceballos- y un grupo disidente que también fueron miembros fundadores del Grupo Alegría.

El hecho tuvo particular intensidad cuando en la ciudad de Cosquín se encontraron leyendas presuntamente injuriosas contra el padre Roberto Pío Álvarez, padre Chovi, y como consecuencia de ello se allanaron en Río Ceballos las viviendas de algunos integrantes del grupo que lo cuestionan.

UNA HISTORIA COMPLICADA

Allá por un lejano 1984 el Grupo Alegría, fundado por el padre Alfredo Cavallotti, compra un predio en esta zona. Como la organización no tenía personería jurídica la escritura se hace a la orden de cuatro firmantes: Luís Tossolino, Jorge Corbellini, Enrique Juncos y Martín Planté; todos integrantes del Grupo.

Recién pasados siete años de la adquisición, en 1991, se establece la personería jurídica, aunque nunca se transfirió el predio, que incluía una vivienda precaria: el rancho, como lo denominan los miembros del grupo. Cabe acotar que separado por una franja de terreno, hay otro terreno que compró el padre Cavallotti –denominado María Auxiliadora- pero este predio fue transferido al Arzobispado.

Es en el año 2004 cuando comienzan los barquinazos entre los integrantes del Grupo y el nuevo cura párroco conocido en la comunidad como padre Chovi –Roberto Pío Álvarez-. El sacerdote decide regularizar la situación del terreno y se  transfiere a nombre del Arzobispado de Córdoba- Parroquia de Río Ceballos -Grupo Alegría.  

No obstante esto no es aceptado por los cuatro firmantes de la escritura, ya que sostienen que esa nueva  traslación de dominio  carecía de su acuerdo e inician una acción judicial en el juzgado 46 Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba y este es el punto central del escándalo.

Pero sigamos con la cronología, en el2005/2006, los cuatro signatarios de la escritura, junto a 25 socios más, conforman la personería jurídica, Asociación Civil Grupo Alegría.

Escuchando a las dos partes uno puede intuir que el conflicto subyace, de acuerdo a sus declaraciones, a que unos quieren que ese predio sea parte del Arzobispado y otros – el grupo Alegría que se opone al Arzobispado- que pertenezca a toda la comunidad de Río Ceballos y no que sea patrimonio de la Iglesia.

LA DIVISIÓN DE UN GRUPO

Luego de la experiencia del grupo de los Scout que fundara en su momento el padre Guillermo Mariani y que sufrió la sangría de la dictadura militar, el padre Alfredo Cavallotti crea el grupo Alegría, que era la continuidad, con otros métodos, del grupo Scout.

Si en la actualidad uno analiza a los miembros de una o de otra asociación encontrará a la misma gente que lucharon en su momento por idénticos objetivos. Juan “Pepo” Martinessi es actualmente quien dirige el grupo Alegría “oficial”, pero fue miembro fundador del Grupo original con Martín Planté,  José Ramas, Enrique Juncos, Luís Tossolino  que ahora conforman el grupo Alegría “Rebelde”, si es que hay que encontrar una denominación simplificada a este entramado kafkiano. Este Grupo contestario tendría unos 25 adherentes.

EL GRUPO ALEGRÍA INSTITUCIONAL

Hablamos con los integrantes de la Comisión Directiva del Grupo Alegría, aquel organismo que se mueve en los predios de la parroquia y que dice contar con más de 120 adherentes.

Ellos recuerdan –no brindamos sus nombres por su expreso pedido-, que en 1976 comienza a funcionar un grupo parroquial, “denominado Grupo Alegría, creado y pensado por Alfredo Cavalloti”.

En el año 1979 surge la posibilidad de poseer un predio: “ una señora de La Estancita estaba por donar el rancho, pero se frustra esa donación y en el 84, con fondos provenientes de toda la comunidad, se logra comprar ese terreno”. Pero admiten que es grupo parroquial no tenía personería jurídica, “entonces de repente se adquiere un inmueble y surge el problema de ¿A nombre de  quien lo ponemos? Había en ese Grupo parroquial varias personas mayores de edad, dentro de las cuales se elige a estas cuatro para suscribir la escritura, pero dejando aclarado de que ese predio se compraba con fondos del grupo Alegría y para el grupo Alegría y que en el momento en que este grupo adquiriera la personería jurídica se iba a aceptar la compra hecha para ese Grupo. Eso fue en el 84 y en el 91 se consigue la personería jurídica”.

Los integrantes de la Comisión aclaran que la ahora Asociación Civil Grupo Alegría “formaban parte de la Comisión Directiva, por ejemplo Tossolino era vicepresidente. No era una personería jurídica ajena a ellos, eran mentores, socios y presidían el Grupo, en total acuerdo”.

No obstante admiten que “se dieron una serie de acontecimientos y nunca se hizo la aceptación por parte de esta personería jurídica que era el Grupo Alegría, de la compra del rancho. Convengamos que en aquel momento era un Grupo Juvenil que a las cuestiones legales y de papeles no estaba en el foco de la atención, hasta que cuando llega el padre Chovi en el 2001 -ya habían pasado 10 años de que teníamos personerías jurídica-, plantea de poner en orden el tema del predio, porque nunca se había hecho el trámite de aceptación. Ahí empiezan las conversaciones con estas personas a cuyo nombre estaba el rancho (y el predio). Ellos ya no participaban –dicen los integrantes de la Comisión-, estaban casados y se habían alejado de la vida normal del Grupo”.

Agregan que el único paso que faltaba era una aceptación, “aceptar esa compra, ese era el trámite legal. Entonces por decisión de los miembros del grupo Alegría en ese momento y del Consejo Pastoral se procede a hacer la aceptación. La hace el padre Chovi porque en los estatutos, que ellos mismo crearon de esta Asociación Arzobispado de Córdoba-Parroquia de Río Ceballos dice que el párroco –que circunstancialmente esté en Río Ceballos- va a ser el Presidente de esa Asociación, entonces Chovi siendo el Presidente hace la aceptación en septiembre de 2006. Y ellos inician en abril del 2007 alegando que esa escritura fue mal hecha y en donde faltaba sus firmas e inician una demanda autónoma de nulidad de la escritura”, enfatizan.

Este sería básicamente el meollo del conflicto para el  Grupo Alegría perteneciente a la Parroquia de Río Ceballos.

 ¿POR QUÉ UN SECTOR RECHAZA LA INGERENCIA DE LA IGLESIA?

En una larga entrevista con José Ramas –uno de los voceros del grupo rebelde- y Martín Planté explicaron la situación de acuerdo a su visión. Ramas recuerda que el terreno “fue escriturado a nombre de cuatro personas” y la traslación de dominio fue realizada por la escribana Serafini, apunta Planté.

Ambos sostienen que en su momento, cuando se adeudaban dos cuotas, fue la comunidad de Río Ceballos la que los ayudó para lograr la escrituración, porque el Arzobispado se desentendió del problema.

Ramas especificó que si en ese momento la escritura la firmaba el padre Alfredo Cavallotti, “automáticamente pasaba a la Iglesia, pero esto es de la comunidad de Río Ceballos. Por eso Cavallotti no quiso que quedara a nombre de él o de la Parroquia,  porque iba a pertenecer al Arzobispado de Córdoba”.

Estos referentes  del grupo Alegría afirman que otras comunidades, como la judía de la colonia Betel, pusieron plata para el rancho. “Además intervinieron los protestantes, los evangélicos que tuvieron una relación muy directa con Alfredo (Cavallotti) y ponían plata para el predio”, por eso esto no solo pertenece a la comunidad católica sino a todo Río Ceballos, argumentan.

Cuestionan al padre Chovi de ser un burócrata de la Iglesia y que quería pasar el terreno a tres personas para privatizarlo por 25 años. Sus beneficiarios, según Planté y Ramas eran “Hugo Paz, Miguel y Juan Martinessi”.

En el 2001 con la llegada del padre Chovi se intenta escriturar a nombre del Arzobispado de Córdoba-Parroquia de Río Ceballos-Grupo Alegría y fracasa, pero en el 2005 “se vuelve a hacer otro intento más para escriturar- recuerdan Ramas y Planté-, y en donde  el abogado Claudio Maria Antonio y la escribana Jacqueline Pager, le dijeron que no se podía hacer esa escritura. ¿Entonces que hizo el padre Álvarez? Les sacó la escritura a estos profesionales y escritura a nombre del arzobispado por eso lo demandamos nosotros, carecía de nuestras firmas”.

EL PADRE CHOVI, HISTORIA DE UN CONFLICTO

La parroquia de Río Ceballos no quedó aislada de los grandes cambios que ha tenido la Iglesia Católica. Hubo párrocos pre y post-conciliares, entre otros se vivió la experiencia del padre Guillermo Mariani, la tarea de Alfredo Cavallotti y la de Roberto Pío Álvarez. No pretendemos hacer una historia de los hombres que habitaron la parroquia, no es el objetivo. Simplemente destacamos tres líneas muy diferentes al interior de la Iglesia Católica.

Si bien en vida del padre Cavallotti se compró el terreno  que ahora está en litigio, es con el advenimiento del Padre Chovi que el conflicto entra en su mayor virulencia.

El padre Roberto Pío Álvarez es un hombre muy cercano al riñón del poder eclesial, conforma el núcleo duro de hombres que no está dispuesto a sacrificar  dogmas del catolicismo, que en la actualidad están en discusión. Bien se lo puede definir como un tradicionalista consubstanciado con el espíritu de la Iglesia oficial.

Hombre cercano al Arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñañez, siempre quiso que el terreno de La Estancita se transfiriera al Arzobispado y aquí estalla el pleito judicial en el 2007, porque el sector disidente del Grupo Alegría siempre consideró que debe pertenecer a la comunidad, no solo a un sector confesional.

No obstante el Grupo Alegría de la Iglesia está en un todo de acuerdo en que ellos no pueden usar el predio porque literalmente fue usurpado por estas cuatro personas. Dicen que se forzaron las cerraduras y nunca pudieron ingresar a ese terreno y menos al rancho.

Cabría preguntarse si hay algo más detrás del conflicto entre la el Grupoo Alegría-Parroquia de Río Ceballos y la Asociación Grupo Alegría, pero dejemos que los hechos por sí solo armen la historia de lo que vendrá.

 Ahora la justicia deberá decidir.