13 dic 2010

Entrevista Ana Pousa - Esc. Alfredo Bravo

Que la escuela se abra a la comunidad…
Ana Celia Pousa, Directora del Instituto Técnico Maestro Alfredo Bravo, ha sido nominada por la Voz del Interior como cordobesa del año por el trabajo solidario que realiza en esta escuela cooperativa de Río Ceballos junto a otras personas. Los docentes, alumnos, padres, vecinos y amigos de la escuela han puesto sus manos en el barro para levantar entre todos las paredes de este edificio que se construye con técnicas de la bioarquitectura, que tiene como principal característica el ahorro energético. No reciben ayuda oficial y hasta ahora se autofinancian con peñas.
Fotos: Alejandro Gonzalez Stier
-Por Natalia Calvieri-
¿Cómo surge este proyecto de construir el edificio propio?
Esto tiene sus inicios en el año 2004 cuando se funda la escuela. La fundamos con 3 ejes importantes: la escuela técnica, se trabaja la relación Educación-Trabajo; la pedagogía cooperativa; y la mediación, la convivencia se trabaja alrededor de la ACCIÓN REPARADORA y en la responsabilidad de “hacerse cargo” ante el error señalado.
Esto que se puede ver hoy tiene un trabajo de 7 años. Como escuela técnica en construcciones siempre hemos estado atentos a traerles nuevas ideas a los chicos, así que a partir de que conocimos la bioarquitectura o la arquitectura autosustentable, la agregamos a los contenidos que aprenden.
Después la Dipe del Ministerio de Educación exigió que tengamos el edificio propio, ya que el que alquilamos es precario, y en una asamblea de nuestra cooperativa decidimos construir desde la bioarquitectura, rescatando que se puede trabajar con los elementos naturales que nos da nuestra tierra.

Fotos: Alejandro Gonzalez Stier


¿Qué tipo de educación ofrece el Alfredo Bravo?
No sé si encuadrarla en un tipo de educación. Sencillamente creemos que para este nuevo milenio se necesita trabajar en el trabajo colaborativo y por eso hacemos eje en la pedagogía cooperativa. Apuntamos al trabajo en equipo, a la circulación del conocimiento, a la circulación de la información y la comunicación. Además tenemos una línea fuerte sobre la no-violencia en los vínculos entre todos los actores que estamos en una escuela. Por lo cual no utilizamos las sanciones comunes que conocemos como las amonestaciones, sino que trabajamos con la acción reparadora y la mediación.

¿En qué consiste la mediación?
Se junta a las dos partes que tuvieron el conflicto con un mediador, que en principio trata de calmar la situación para poder abordar tranquilos cuál fue el origen del conflicto para poder desanudarlo. Hay una conducta muy común a la que estamos acostumbrados que es echarle la culpa al otro, pero esto justamente tiene que ver con mirar para adentro, ver en qué cosas yo no estuve bien y cómo puedo repararlo. Ahí surge la acción reparadora. Por supuesto que también tiene sanciones para cuando se repiten los hechos que generan conflicto, como hacer actas, luego una sanción más fuerte es la jornada de reflexión, y si se sigue sosteniendo se habla con la familia para ver si esta escuela es el proyecto que le conviene a esa familia, si no que opten por otra.

¿Qué es la minga?
Es el encuentro de las personas para lograr un objetivo en común, en este caso es la minga de la construcción. Es decir nos juntamos para construir la escuela, y poder darle a Río Ceballos esta escuela diferente. Aquí en la minga nos juntamos toda la comunidad educativa, los padres, los chicos, los docentes, pero también es abierta a la comunidad, en cada minga se va sumando gente de otros pueblos. La idea es que la escuela pueda abrirse a la comunidad, salir de su encierro y poder enseñar la bioarquitectura para que otros la puedan aplicar a su vida diaria.

¿Qué beneficios tiene la bioarquitectura o este tipo de construcción?
Los beneficios tienen que ver con la calidad de vida. Las paredes trabajadas con esta técnica de quincha (entramado de las cañas con la arcilla, arena y paja) permite conservar en el interior de la habitación una temperatura de entre 16 y 18 grados, entonces tienen una aislación térmica muy interesante para esta zona que no tiene gas natural y que en invierno cuesta muy caro calentarnos. Entonces la bioarquitectura tiene que ver con el uso de elementos naturales, con el ahorro energético y el uso de energías alternativas. En cuanto al ahorro energético, las paredes tienen ventanales y los techos luceras, esto permite no tener que utilizar electricidad durante el día.
El techo del baño va a tener canaletas para recolectar el agua de lluvia hacia una cisterna para uso del mismo baño, lo que ayudaría enormemente al ahorro del vital elemento en estos tiempos de crisis hídrica. Además el baño tendrá calefones solares para que los chicos tengan agua caliente. Y la calefacción de la escuela será radiante, en el piso. Se hace con un sistema de tuberías que en la entrada se calienta con el sol y por convección se mueve el aire y calienta el espacio.

¿Con qué financiación se sustenta el proyecto?
Hasta ahora la financiación es lo que hemos recaudado en dos peñas y dos mingas que empezamos en noviembre de 2008; después en 2009 hicimos rifa y peña y ahora en 2010 hicimos otra rifa. Con todo eso es lo que llevamos construido, que son 75 mil u 80 mil pesos gastados en la construcción que está. No tenemos financiación oficial de ningún tipo.

¿Han tenido algún tipo de reconocimiento?
Si, el reconocimiento más importante es que el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y el INPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica) nos han otorgado la certificación del sistema constructivo, esto es muy importante porque en nuestra provincia de Córdoba no existe la normativa para construir desde la bioarquitectura.

¿Han recibido algún tipo de ayuda oficial?
Si, ayuda municipal de dos gestiones con la donación del terreno. En la gestión de Sergio Spicogna nos donaron un terreno cerca del Parque de la Memoria que tenía mucha inclinación, y cuando asume Gaspar Lemos vimos la posibilidad de que lo cambiaran y ahí nos donan este predio que es parte de 4 hectáreas, a la escuela le han dado 6 mil metros de terreno. Esa fue la ayuda más importante desde nuestro municipio.
Además estamos haciendo gestiones, como somos cooperativa de trabajo, en el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y en la Subsecretaría de Cooperativismo Mutual, pero no hemos recibido nada de ningún otro nivel ni provincial ni nacional. Por supuesto que estamos haciendo los contactos porque es fundamental terminar la construcción, ya que el edificio que alquilamos se ha vendido y debemos dejarlo el 31 de diciembre.

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