13 nov 2012

Ambiente


¿Cuanto Aprendes en Tres Días?
Voy a comentarles la actividad que se desarrolla en tres días de problemática ambiental, con personas plenamente comprometidas por el bien común. El martes 6, estudiantes de la carrera de química organizan charlas orientadas a la gente en el auditorio de la facultad de psicología. Al comienzo exponen dos profesoras. La primera era experta en lo que ella denomina agroquímicos. Hace una exposición sobre la clasificación de los productos según su toxicidad. Si bien la idea de los organizadores era que se utilice un lenguaje simple para el entendimiento de todos, no se logró. Lo único que se enseñó es lo que explican las etiquetas de los productos adonde en muchos casos falsean datos porque las corporaciones que los producen saben que nunca serán estudiados. Repetir lo que dice el prospecto no es enseñar sino hacer una reseña de venta. Para decirlo de manera simple, la profesora explicaba que el 2-4-D era de muy baja toxicidad y desaparecía del suelo en menos de una semana. Eso dice el prospecto, pero se encontraron residuos en el agua, plantas y la tierra mucho tiempo después.
La segunda profesora era experta genetista. Comienza mostrando fotos de marlos de choclos de hace unos miles de años. Los más antiguos eran chiquitos, defectuosos y con poca cantidad de granos según lo que se podía proyectar. Explicaba que el hombre desde siempre fue perfeccionando la semilla y es verdad. Por mucho tiempo entrecruzando sexualmente las plantas desde la polinización. La otra era utilizando las mejores semillas que eran cruzadas con plantas del mismo tipo pero silvestres para tratar de captar los genes más resistentes y pasarlos a la planta a perfeccionar. Comparaba marlos de choclos actuales con los de antaño y claro, la diferencia era grande. Afirmaba que el hombre logra desentrañar la estructura del ADN y a partir de allí la lentitud del proceso tradicional era suplida por la velocidad de la transgénesis. Dio una explicación de cómo las plantas podían generar toxinas para darle la capacidad de defenderse de los insectos. Nos cuenta que el algodón BT de Monsanto, mataba la mariposa Monarca. Cuando detectaron esto, analizaron los motivos y se dieron cuenta que en el polen se eliminaba una toxina asesina. Quitaron la proteína de ese gen y el polen dejo de ser toxico para la mariposa. El rostro de la profesora demostraba un gesto triunfalista que duro muy poco. Uno de los presentes le dice disculpe doctora ¿el gusano de la mariposa monarca al comer la planta muere?” “Sí” responde ella y de inmediato aprendí que es más peligroso lo que nos ocultan que lo que nos cuentan pues… la mariposa monarca primero es gusano, después crisálida y luego Mariposa. En el corto debate les dije que ellos lograban el objetivo que buscaban haciendo choclos hermosos pero malos para la salud.
Por último, llega el Dr. Medardo Ávila Vázquez y nos dice que los productos químicos usados en el agro son “agrotóxicos” y no agroquímicos. Nos explica como el uso indiscriminado está diezmando poblaciones enteras en nuestra Argentina. Nos da ejemplos concretos de sustancias como el glifosato que produce deformidades y nos muestra fotos de cerdos recién nacidos en Europa muertos y deformes. Al tiempo se dieron cuenta que lo que generaba la mortandad y deformidad era el alimento transgénico que llegaba de Argentina y dejaron de comprarnos… En una misma aula, una misma noche, quedo de manifiesto gracias al Dr. Medardo, que existen científicos que solo ven una muy pequeña parte de la creación y se sienten dioses.
El segundo día, miércoles 7 nos juntamos en Malvinas Argentinas para mostrar la película “David contra Monsanto”- Trata sobre como Monsanto se las ingenia para contaminar campos de productores canadienses y norteamericanos y luego, descarga todo su armamento judicial contra ellos para cobrarles las regalías o royalties de su semilla. Una lucha desigual con actos de corrupción en medio, pero ventila muy bien la estrategia de esta, la más grande multinacional de granos del mundo. Otra vez Medardo Ávila Vázquez nos explica como los productos transgénicos y sus agrotoxicos dañan la salud. Al lugar asistieron madres que perdieron a sus hijos y tienen a los vivos afectados. Fueron con la esperanza de un consuelo por saber la causa de la muerte de sus hijos y para logar un tratamiento para los que quedaron vivos. El Dr. Les pide que lo visiten un día específico al hospital de clínicas para hacer los estudios correspondientes y las madres sintieron un gran alivio. Aprendí que la vocación de un hombre es más fuerte que cualquier cuestión económica.
El tercer día, jueves 8, mientras muchos salían con sus cacerolas desalentados por no poder comprar dólares, íbamos con el Dr. Medardo, una doctora y una colaboradora a Lozada, un pequeño pueblo de Córdoba con un problema muy común “estaban siendo fumigados”. La reunión era en un lindo salón de la municipalidad. Asistieron productores (sojeros y maiceros), vecinos afectados, el intendente, concejales y funcionarios del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentos de la provincia. Los funcionarios delasotistas trataban de convencernos sobre los positivos alcances de la ley 9164 de productos químicos o biológicos de uso agropecuarios. Los vecinos les decían que era insuficiente esa ley porque sus hijos se enfermaban. Una señora trataba de hacerles entender que debían fumigar a más de mil metros, al menos quinientos de sus casas ya que el barrio IPV era separado tan solo por la calle de los sembradíos. Según la vecina un productor le dijo “¿pero quien va a cubrir lo que no gano por esa franja de 500 metros? Y la vecina le responde “vea señor, yo con 4 mil pesos tengo que darle de comer a mi familia y pagar los remedios de la enfermedad que ustedes me generan, ganan millones con el resto del campo ¿Qué les cuesta resignar una franja para no enfermarnos? Parece que si les cuesta… es la avaricia… Fe una reunión tensa, el intendente no quería tomar una decisión por temor a los poderosos sojeros, los sojeros le echaban la culpa al gobierno por autorizar esos tóxicos y nadie acordaba nada y los vecinos con las manos vacías, o mejor, llenos de medicamentos para sus hijos. El Dr. Medardo, tratando de intimidarlos les explica que había sido parte denunciante en el juicio de barrio Ituzaingó y los daños que generaban a la población al abusar de prácticas tan desiguales. Este día aprendí a ver la ceguera de la codicia y la avaricia en los ojos de los productores, y la manipulación que ejercen sobre un intendente que les teme. Pero en los tres casos, vi a un hombre de acción, con los ideales firmemente fundados bajo las bases de la solidaridad, el acompañamiento en momentos de desdicha, siempre dispuesto a tenderte una mano. ¿Vos que aprendiste en tres días?
Un saludo cordial
Alejandro Romero

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