9 mar 2015

EDITORIAL - Marzo 2015

A 20 años de la Cuarta Conferencia Internacional de la Mujer Beijing-China1995

8 de marzo Día Internacional de la Mujer
El lema de este año  recrea un mundo en el que cada mujer y cada niña puede escoger sus decisiones, tales como participar en la política, educarse, tener sus propios vivir en sociedades sin violencia, ni discriminación.
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de mujeres lo que ha jugado un papel clave en la historia de países y el mundo.
El 8 de marzo de 2015, a 20 años de la Conferencia de China, en todo el mundo se pondrá de
relieve  la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, una hoja de ruta histórica firmada por 189 gobiernos y que estableció la agenda para la materialización de los derechos de las mujeres. Si bien los logros han sido muchos desde entonces, las brechas que aún persisten son numerosas y profundas.

Ahora hay que defender las conquistas de las mujeres, reconocer desafíos y dirigir mayor atención a los derechos de las mujeres y la igualdad de género para motivar a todas las personas a hacer la parte que les corresponda y actúar para hacer frente a las brechas que aún existen y convertir la igualdad de género en realidad. 

La Plataforma de Acción abarca 12 esferas de especial preocupación que continúan
siendo tan relevantes hoy en día como hace 20 años: la pobreza; la educación
y la capacitación; la salud; la violencia contra la mujer; los conflictos armados;
la economía; el ejercicio del poder y la adopción de decisiones; los mecanismos
institucionales para el adelanto de la mujer; los derechos humanos; los medios de
difusión; el medio ambiente; y la niña.
 Para cada esfera de especial preocupaciónse identificaron objetivos estratégicos, además de una serie detallada de medidas relacionadas que los gobiernos y otras partes interesadas deben llevar a cabo a nivelnacional, regional e internacional.

Desde 1995, los gobiernos, la sociedad civil y otras partes interesadas han
trabajado para eliminar la discriminación contra las mujeres y las niñas y alcanzar
la igualdad en todos los ámbitos de la vida, en los espacios públicos y privados.
Se está derogando la legislación discriminatoria, disminuyendo la violencia contra
las mujeres y las niñas y las prácticas nocivas reciben atención. Se ha progresado
significativamente respecto a la matriculación de niñas en la escuela, y la
participación de las mujeres en el mercado laboral y la economía va al alza en
algunas regiones. La representación de las mujeres en los parlamentos nacionales






excede actualmente el 20 por ciento a nivel mundial, aunque en países como el nuestro con una ley de  cuotas superior, no se cumpla la norma.

Es cierto que los logros son muchos, pero este progreso ha sido
inaceptablemente lento y desigual, especialmente para las mujeres y las niñas
más marginadas que sufren múltiples formas de discriminación.
Prácticamente 20 años después de la aprobación de la Plataforma de Acción,
ningún país ha alcanzado la igualdad para las mujeres y las niñas y persisten
significativos niveles de desigualdad entre mujeres y hombres.
 Entre los importantes ámbitos con insuficientes progresos se incluyen el acceso al trabajo
decente y la eliminación de la brecha salarial por motivos de género; el reequilibrio
de la carga del trabajo de cuidado no remunerado; poner fin a la violencia contra
las mujeres; reducir la mortalidad materna y respetar los derechos de salud sexual
y reproductiva; y la participación en el ejercicio del poder y la toma de decisiones
a todos los niveles.

A medida que nos acercamos al vigésimo aniversario de la aprobación de la
Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, surge una nueva sensación
de urgencia real, un reconocimiento de que nos encontramos en un punto de
inflexión para los derechos de las mujeres, un reconocimiento de que lograr la
igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos
de las mujeres y las niñas debe ser una tarea urgente y fundamental.

Hoy, más que nunca, es necesario adoptar medidas urgentes y continuadas para
transformar las estructuras, las instituciones y las normas —ya sean económicas,
políticas o sociales— que impiden progresar en materia de igualdad de género.
Estos cambios sistémicos deben ser profundos e irreversibles.
Para ello, es preciso:
• Que • Que los gobiernos demuestren un inequívoco liderazgo y un sólido compromiso
para promover los derechos de las mujeres;
• Llegar a las mujeres y las niñas más marginadas abordando las graves y
crecientes desigualdades así como las múltiples formas de discriminación;
• Reforzar la rendición de cuentas respecto a la igualdad de género y respaldar los
mecanismos nacionales a favor de la igualdad de género y las organizaciones de
mujeres para ejercer una mayor influencia en las decisiones políticas;
• Contar con una mayor implicación de los hombres como defensores de la
igualdad de género; y
• Aumentar exponencialmente los recursos destinados a la igualdad de género y
a los derechos de las mujeres.



“En este momento en que nos disponemos a crear un mundo más sostenible,
inclusivo y pacífico, aplaudo el liderazgo visionario de las personas que elaboraron
la Plataforma de Acción e insto a una nueva generación de defensores de la
igualdad de género a acompañarme en la promoción de esta causa. Cuando
empoderamos a las mujeres y las niñas, creamos un futuro mejor para toda la
humanidad.” Expresó Ban Ki-moon Secretario General Naciones Unidas






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