Cuando coinciden,
tanto en el tiempo como en el espacio, una tragedia y un año electoral; se arma
una especie de cóctel que muy poco tiene que ver con la resonancia de un acto
solidario, y que sólo aporta a la confusión. Por suerte estas fuertes y voluntariosas
mujeres nos demuestran que el amor por el prójimo y la fraternidad no conoce de
banderas y colores políticos.
Liliana Sarria, Sandra
González y Zulma Ceballos están congregadas en el Club La Quebrada. Las dos
primeras como evacuadas de Colanchanga, la tercera como Voluntaria.
Entre las 3 se han
puesto al hombro la tarea de llevar adelante este centro de evacuados, habiendo
logrado conseguir un camión para poder subir hasta Colanchanga para repartirle
insumos a vecinos que no pueden llegar hasta el Club. En este lugar han llegado
a confluir 40 evacuados de ese alejado barrio.
Con respecto a lo que
vivió cada una, Liliana nos dice: “Tardamos 4 años en recuperarnos de la
crecida del 2011, y esta fue peor, no sé cuanto vamos a tardar en
recuperarnos”.
Además comentan que a
la comida al principio la llevaba el Paicor pero ahora son ellas quienes
cocinan, en parte con lo que se donó, y en parte con algunas compras que
realizan ellas mismas (Carnes, verduras, etc). A toda la gente que llega al
Club a buscar algo se les da, pero para darle mayor transparencia se anota cada
cosa con nombre y apellido. “Es para que la gente sepa que todo lo que han
donado se les da a las personas que lo necesitan”, nos dice Sandra.
Todas las personas
reunidas en el Club La Quebrada conviven en tranquila armonía, colaborando cada
uno en lo que pueda. Sólo hacen mención a un momento feo que vivieron. Dos
mujeres que teóricamente se acercaron como voluntarias a ayudar, en realidad
respondían a un político; y además de malos tratos, tenían la intención de
tomar parte de las donaciones para distribuirlas por su cuenta haciendo
probablemente proselitismo.
Las mujeres del Club
La Quebrada rechazan la cercanía de partidos políticos. “No queremos políticos,
queremos que la gente vea que todo lo que se hace es por solidaridad, y no por
política”, se oyó apenas Periódico Ñu Porá ingresó al establecimiento. Y
comentan además, que cuando decidieron tomar esa medida, dejaron de recibir
ayuda del Municipio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario