21 mar 2014

EDITORIAL

8 de Marzo- Día Internacional de la Mujer

Aborto
En diciembre de 2012 en una jornada histórica, y después de varios intentos fallidos, el parlamento uruguayo despenalizó el aborto, convirtiéndose así en la segunda nación de América Latina en la que esta práctica pasó a ser legal.
La nueva ley, que colocaba, en ese entonces, y aun hoy, a Uruguay entre los países pioneros en Latinoamérica en esta materia, despenaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación.
La Ley, realidad de una promesa electoral del partido gobernante, el izquierdista Frente Amplio, comandado por el presidente de Uruguay “Pepe” Mujica, establece que las mujeres que quieran interrumpir su embarazo tendrán que acudir a un médico que las derivará a una comisión formada por psicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que la asesorarán. Luego tendrán cinco días para reflexionar, tras los cuales podrá iniciar el procedimiento con su médico en un centro público o privado. Los bortos que se realicen fuera de este procedimiento se consideran ilegales. 

Desde su sanción, la ley dejó sin efecto la vieja norma de 1938 que penaliza con entre tres y nueve meses de prisión a la mujer que se practicase un aborto. Además, es importante tener en cuenta  que a fines de 2008, un proyecto que en líneas generales era bastante similar al actual, fue aprobado por ambas cámaras del país, pero la ley no entró en vigor ya que fue vetada por el entonces presidente Tabaré Vázquez, decisión que produjo un fuerte sacudón en muchos sectores de la comunidad uruguaya.
Hecha la introducción, vamos a los hechos. La cuestión es que se presentaron las cifras de abortos durante el primer año de aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Entre diciembre de 2012 y noviembre de 2013, hubo en Uruguay más de seis mil quinientos abortos registrados y asesorados en hospitales públicos o mutualistas y seguros privados, con atención y seguimiento médico.
El 59 por ciento de ellos, fueron realizados en el sector privado de salud, el resto en el sector público. En Montevideo, ciudad capital del país, fue donde se concretó la mayoría, 64 por ciento.
En el primer año de aplicación de la nueva ley, el 18 por ciento de las mujeres que interrumpieron de forma voluntaria su embarazo tenía menos de 19 años, esto es mil 240 abortos.
Ninguna mujer murió por aborto con asesoramiento y cuidados médicos. Por el contrario, en el último año falleció una mujer que se hizo un aborto ilegal, de forma clandestina.
A su vez, dentro de los abortos controlados por instituciones médicas, hubo una sola complicación grave de una paciente. Se le debió practicar una histerectomía post aborto.
El Ministerio de Salud indica, también, que fue necesario internar a una mujer en un Centro de Tratamiento Intensivo por realizarse un aborto “inseguro”.
De los más seis mil abortos realizados, solo en el 0,007 por ciento hubo “complicaciones leves”, esto es, 50 mujeres debieron ser internadas.
Uruguay registró una tasa de nueve abortos por cada 1.000 mujeres en el primer año desde la legalización de la práctica, dijo el Gobierno, una cifra menor a la proporción reportada en los países de Europa occidental donde el procedimiento también ha sido despenalizado.

Antes de sancionada la ley, en Uruguay cada año se producían más de 30.000 abortos ilegales, con alto porcentaje de mujeres muertas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario