8 de Marzo- Día Internacional de la Mujer
Aborto
En diciembre de 2012 en una jornada
histórica, y después de varios intentos fallidos, el parlamento uruguayo
despenalizó el aborto, convirtiéndose así en la segunda nación de América
Latina en la que esta práctica pasó a ser legal.
La nueva ley, que colocaba, en ese entonces, y aun hoy, a
Uruguay entre los países pioneros en Latinoamérica en esta materia, despenaliza
el aborto hasta la semana 12 de gestación.
La Ley, realidad de una
promesa electoral del partido gobernante, el izquierdista Frente Amplio,
comandado por el presidente de Uruguay “Pepe” Mujica, establece que las mujeres
que quieran interrumpir su embarazo tendrán que acudir a un médico que las
derivará a una comisión formada por psicólogos, ginecólogos y trabajadores
sociales que la asesorarán. Luego tendrán cinco días para reflexionar, tras los
cuales podrá iniciar el procedimiento con su médico en un centro público o
privado. Los bortos que se
realicen fuera de este procedimiento se consideran ilegales.
Desde su sanción, la ley dejó sin efecto la vieja norma de 1938 que penaliza con entre
tres y nueve meses de prisión a la mujer que se practicase un aborto. Además,
es importante tener en cuenta que a
fines de 2008, un proyecto que en líneas generales era bastante similar al
actual, fue aprobado por ambas cámaras del país, pero la ley no entró en vigor
ya que fue vetada por el entonces presidente Tabaré Vázquez, decisión que
produjo un fuerte sacudón en muchos sectores de la comunidad uruguaya.
Hecha la introducción, vamos a los hechos. La
cuestión es que se presentaron las cifras de abortos durante el primer año de
aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Entre
diciembre de 2012 y noviembre de 2013, hubo en Uruguay más
de seis mil quinientos abortos registrados y asesorados en hospitales
públicos o mutualistas y seguros privados, con atención y seguimiento médico.
El 59 por
ciento de ellos, fueron realizados en el sector privado de salud, el resto en
el sector público. En Montevideo, ciudad capital del país, fue donde se
concretó la mayoría, 64 por ciento.
En el primer
año de aplicación de la nueva ley, el 18 por ciento de las mujeres que
interrumpieron de forma voluntaria su embarazo tenía menos de 19 años, esto es
mil 240 abortos.
Ninguna mujer
murió por aborto con asesoramiento y cuidados médicos. Por el contrario, en el
último año falleció una mujer que se hizo un aborto ilegal, de forma
clandestina.
A su vez,
dentro de los abortos controlados por instituciones médicas, hubo una sola
complicación grave de una paciente. Se le debió practicar una histerectomía
post aborto.
El Ministerio
de Salud indica, también, que fue necesario internar a una mujer en un Centro
de Tratamiento Intensivo por realizarse un aborto “inseguro”.
De los más seis
mil abortos realizados, solo en el 0,007 por ciento hubo “complicaciones
leves”, esto es, 50 mujeres debieron ser internadas.
Uruguay
registró una tasa de nueve abortos por cada 1.000 mujeres en el primer año
desde la legalización de la práctica, dijo el Gobierno, una cifra menor a la
proporción reportada en los países de Europa occidental donde el procedimiento
también ha sido despenalizado.
Antes de sancionada la ley, en Uruguay cada año se producían más de 30.000 abortos ilegales,
con alto porcentaje de mujeres muertas.
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