Editorial (Octubre)

EL TIEMPO PASA, CONTINÚA LA ENERGÍA PARA COMUNICAR.

LOS 18 PRIMEROS AÑOS DE ÑU PORÁ

Fue en aquel lejano octubre de 1992 que ÑU PORÁ lanzó, de manera tímida, su primera edición quizá llena de imperfecciones pero con el férreo objetivo de informar sobre los distintos hechos que se generaban en nuestra comunidad.

Fue un comienzo duro, pero con los avatares económicos de la dolarización y el default se hizo más duro, y aún ahora -consolidado nuestro medio en toda la región- seguimos luchando duramente en el frente económico y político.

ÑU PORÁ brega –aunque muchas veces no lo logra en su totalidad- por brindar información y hacer análisis de nuestra realidad. Todo esto tiene sus costos o beneficios intangibles, en la aprobación o reprobación de nuestras críticas o la forma como presentamos la noticia, el suceso, los hechos cotidianos.

Quienes detentan el poder, en realidad todos los gobiernos en las distintas jurisdicciones, son un poco intolerantes a la hora de receptar las críticas, pero en lo que a nosotros atañe vamos a continuar marcando lo que entendemos por errores y aciertos de cada gestión.

Más allá de esta digresión, aceptamos las reglas de juego, porque consideramos que debemos fortalecer este medio departamental que en 18 años de existencia se ha aggiornado constantemente: hace años le pusimos color a nuestras principales páginas;

Tuvimos la primera página web como medio gráfico regional, la que no pudimos sostener en el tiempo, luego creamos un blog en Internet, estamos en Facebook y recientemente enfrentamos un nuevo desafío que es un programa radial desde Río Ceballos para todas las localidades de nuestra cobertura. “Esta Boca es Mía”, programa de opinión, entrevistas, cultura.

Nos hemos ido amoldando a la tecnología, pero sin que ella nos devore. Valoramos sus aportes, pero también sabemos que la comunicación gráfica tiene otro alcance y otro lenguaje.

No somos refractarios a las nuevas técnicas, porque desde esta edición que lleva el número 206, el periódico tiene una nueva diagramación, lo que significa renovación y adecuarse a una nueva mentalidad social. Pero insistimos, este es un soporte diferente al de otras formas de comunicarse.

Así en cada entrega buscamos acercarnos más al lector; ahora a los oyentes, a los sectores económicos y políticos. También pedimos un ida y vuelta. Sabemos que nuestros lectores son fieles y cada vez que se acerca la salida de una nueva edición ustedes preguntan en cada kiosco si ya tienen el ÑU PORÁ.

Los sectores económicos y políticos, especialmente los segundos, tienen una relación amor-odio para con nosotros, pero es un clásico del periodismo mundial. ¿Qué político no tiene problemas con la prensa? ¿Qué Poder no tiene el secreto deseo de controlarnos para que publiquemos las buenas noticias que ellos quieren?

En el caso de nuestro medio, nunca lo lograron. Cada uno asume su rol y el nuestro es un mix entre opiniones favorables y también la crítica a las diferentes gestiones cuando se hace necesario. Así como quienes gobiernan deben hacerlo de la mejor manera posible, nuestra misión –si cabe una palabra tan teológica- es resaltar las irregularidades y destacar los aciertos de los gobiernos.

En este aspecto el papel de la prensa es complicado porque somos transmisores de noticias, pero eso sería imposible sin un marco de pequeñas o grandes inversiones. En un pequeño órgano regional de difusión como ÑU PORÁ, cada edición cuesta miles de pesos entre erogaciones durables y los costos mensuales para que esté en la calle gratuitamente.

Entonces muchas veces la libertad de prensa camina por el estrecho desfiladero de los condicionamientos económicos ¿Cuántas publicidades perdimos por criticar a un municipio? Innumerables. No obstante continuamos, con aciertos y errores, para que este proyecto que nació como una locura, el sueño de algunos, siga brindando a Río Ceballos y a todas Sierras Chicas el mejor de los servicios comunicacionales.

¡Por muchos años más, feliz décimo octavo aniversario ÑU PORÁ!

Agradecemos a lectores, anunciantes, al equipo de Ñu-Porá, a los diseñadores, a los hijos, a los amigos y a todos los que hicieron posible con sus aportes este nuevo formato del periódico.